Confinamiento con Prem Rawat – Día 12

“Aprecia tus activos valiosos: la paciencia, el entendimiento, la claridadel poder, la luz que llevas adentro” — Prem Rawat

 

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Hola a todos. Espero que estés bien. Espero que, bajo estas circunstancias, te estés divirtiendo. Porque el verdadero disfrute no ha sido bloqueado, el verdadero disfrute siempre está contigo. La paz que estás buscando siempre está contigo. Y se trata de comprender realmente lo que está sucediendo, lo que está pasando.

Entonces, puedes mirarlo así: “Bueno, caramba, estoy encerrado. Estoy encerrado. Tengo esta situación, tengo este problema, tenemos lo del coronavirus sucediendo “, y todo lo que viene con eso.

Puedo entender que la gente se enoje, se enfade. Culpando a otros, el juego de la culpa: “Ese tipo hizo eso, aquel hizo aquello». Por supuesto, fácil de culpar. Especialmente a los líderes mundiales, que de la forma en que han sido (tantos de ellos, no todos, pero la mayoría de ellos), la forma en que han estado actuando es de idiotas.

Y entonces, ¿qué puedes hacer? Tal vez ellos tengan que soportar la peor parte de esto o no, pero la gente común sí tiene que hacerlo. Piensa en la gente pobre, ¿qué tienen? Nada. Nada. Tal como es este mundo, la gente pobre tiene el peor trato que puedas imaginar.

Sin embargo, esto es lo que somos. Todo lo que tenemos en este centro comercial no lo podemos llevar con nosotros. Vinimos con las manos vacías y con las manos vacías tenemos que irnos. Ninguno de estos activos, ninguna de estas cosas nos llevaremos. No nos consideramos pobres, pero al igual que un pobre hombre, así es como nos iremos, no nos llevaremos nada.

Así, mirando esto, entendiendo todo esto, ¿qué puedes hacer? ¿qué es posible? Lo que es posible y siempre ha sido posible no requiere dinero, no requiere activos, no requiere nada. Solo requiere de ti. Tú tienes estos maravillosos, increíbles activos que verdaderamente te pertenecen. Nadie puede robarlos, un ladrón no puede entrar a una habitación y robarlos.

Hay una historia, es una historia zen y realmente me gusta. Una vez un Maestro llegó a su pequeña cabaña y se dio cuenta de que un ladrón había estado allí y se había llevado todas sus cosas valiosas. Por supuesto, no dijo nada y se sentó en la silla junto a la ventana. Abrió la ventana, y había una vista magnífica. La luna estaba saliendo, las estrellas … Era simplemente hermosa.

Y él dijo: “¡Ja, ja! El ladrón olvidó robar la posesión más valiosa que tengo.”

Realmente me gusta esa historia. Porque eso que el corazón puede apreciar, que tú como ser humano puedes apreciar realmente, eso es lo importante. Eso es lo real. Todo lo demás está en un flujo constante de cambio. Va a cambiar porque esa es su naturaleza.

¿Cuál es nuestra naturaleza? Realmente no es nuestra naturaleza, es nuestro malentendido. Y nuestro malentendido es que no queremos que las cosas cambien. Queremos que las cosas permanezcan exactamente como están. Mira la industria, la enorme «industria antienvejecimiento». Quieren hacerte ver exactamente como no eres: joven.

¿Joven? Cuando eres joven, ¿a quién le importa? Tienes una cara llena de granos y para ti está bien, así es como es. Luego envejeces, te ves una arruga, y “¡Oh, ¡Dios mío! No, mis arrugas están llegando… «, y luego tienes una «crema antiarrugas «.

En India tienen una crema que se llama «justa y encantadora». Y estaba dando una entrevista en una estación de televisión. Me dijeron: «Tú entras y eres tan radiante. ¿Cómo es que eres tan radiante?” Respondí: “Porque uso esa crema, ‘justa y encantadora’”. No lo hago, pero fue solo una broma para romper el hielo.

De eso se trata, ¡queremos ser quienes no somos! ¿Qué es esta fascinación que tenemos por ser algo que no somos? Nadie trata de ser humano. ¿Puedo ser solo humano? ¿Puedo ser un ser humano que tiene el valor de la paciencia? Ese es nuestro activo, pero tienes que entrar en ese círculo de ser humano para comprender este activo de ser paciente.

Porque ¿qué más vas a hacer? Tienes que ser paciente. «¡Dios mío! Estoy encerrado, no puedo hacer esto ni puedo hacer aquello. No puedo, esto está mal, aquello está mal.» Y la lista sigue, sigue y sigue.

Pero una vez que entras en ese círculo de ser verdaderamente un ser humano aprecias los valiosos activos que tienes: la paciencia, la comprensión, la claridad, el poder que tienes, la luz que tienes dentro de ti. Incluso en este momento de desesperanza, donde la desesperación comienza a entrar, puedes tener esperanza.

¿Por qué? Porque hay una evidencia clara todos los días que te levantas: cada día lo que es esencial. No tienes que sentarte allí y decir: «Respirar, exhalar, inspirar, exhalar.» Algunas cosas suceden automáticamente. Hay una amabilidad, una gentileza increíble. Hay una amabilidad increíble que continúa. Tienes que apreciar eso.

Y esa amabilidad te da esperanza: espero seguir adelante. Espero que “sí, cualquiera sea la situación, cualquiera, estaré bien. Estaré bien.» No puedes permitir que esto, lo que sea que esté pasando…

Quiero decir, la peor parte del coronavirus en realidad no es el coronavirus, es la desinformación que tiene la gente. Y la información errónea. Algunos de los líderes que tienen …

No sé qué está pasando con las direcciones, pero un día dicen «¡Ah! Vamos a hacer esto. Y no, no vamos a hacer nada. No vamos a hacer nada.» Vamos …

Si miras a los Estados Unidos, ellos sabían que se acercaba. Podían ver lo que estaba sucediendo en China. La gente simplemente va para todos lados, viaja, viaja. Y esas cosas que pensamos que eran tan maravillosas, de repente vemos que es peligroso. Y sí.

Somos humanos. ¿Cuál es nuestro fuerte? Pensamos que nuestro fuerte es inventar y hacer estas máquinas. «Mira lo que hemos logrado». Superaremos esta cosa del coronavirus, por supuesto, lo superaremos.

¿Pero cómo lo enfrentamos? ¿Qué hemos aprendido? Se ha convertido, no en una epidemia, sino en una pandemia. ¿Qué hemos aprendido a través de años y años? ¿Hemos aprendido que una muerte debido a esto es demasiado? Si puede evitarse, debe evitarse. ¿Dónde está, dónde estaba la preparación? En ninguna parte.

Pero incluso en esta circunstancia quiero que te mires a tí mismo, y al verte encuentres las respuestas. No son las preguntas. Encontrar las respuestas que están en tu corazón, que están en tu ser, eso no es un montón de información errónea.

Para lo que sea que sirvan las redes sociales, una cosa para la que definitivamente son buenas es para difundir noticias equivocadas. Estaba leyendo sobre eso y sobre cómo está causando ansiedad en las personas. ¿Qué tipo de «buenas noticias» son esas que causan ansiedad enloqueciendo a la gente?

La depresión entra y todos estos elementos comienzan a aparecer. Y la única forma en que puedes detenerlo es mirando hacia adentro. Toda esta basura: la única forma de detenerla es volteándose hacia adentro.

Alguien dice: “Tenemos que hacer esto, tenemos que hacer aquello…» Espera, ¿qué tienes que hacer realmente? ¿Qué es lo más importante? Aclara tus prioridades. Aclara tus prioridades.

Tu prioridad, mi amigo, es tomar este aliento. Tu prioridad, mi amigo, es estar en contacto con tu corazón. Tu prioridad, mi amigo, es estar contento. Tu prioridad, mi amigo, es estar en paz. Tu prioridad, mi amigo, es estar contento, independientemente de las circunstancias que te rodean.

Estar en esa hermosa y simple alegría, nadar en ese hermoso océano de serenidad. Estar contento, estar tranquilo, ser comprensivo, mirar hacia adelante sin perder la vista del hoy, sin perder la vista del ahora, sin perder la vista de lo que está presente.

Ese es el problema. Estamos tan ansiosos por mirar el futuro que perdemos de vista el día de hoy. Y cuando perdemos de vista el hoy, ese futuro no está garantizado. Nos enamoramos tanto del ayer que perdemos de vista el hoy.

Cuando perdemos de vista el hoy, ese pasado no nos ayudará a hacer nada. Debes mantener conciencia de lo que está sucediendo en este momento.

Donde tu amas, expresa ese amor. Una vez no es suficiente, no lo es. Ese amor necesita ser expresado una y otra vez. Así es.

Es como una papa frita. Comes una y no puedes tan solo comer una. Tienes que comer otra y otra más. Es como un helado, te pones una cucharada en la boca y sabe tan bien, que pones un poco más y un poco más y un poco más.

Ves a un niño pequeño que tiene un cono de helado y está lamiendo ese helado ¡con tanta alegría, con tanto foco! El enfoque está absolutamente puesto en disfrutar ese helado.

No importa lo que esté sucediendo en todo el mundo, el enfoque está ahí.

Y necesito ser así. Necesito ser así, necesitas ser así. Tan concentrado en extraer toda la alegría que tiene hoy, que tiene «ahora mismo», ¡la belleza que está bailando en tu corazón, la belleza que eres!

¿Te juzgas a ti mismo con los ojos de los demás? Primero debes juzgarte por tus propios ojos. Deberías verte con tus propios ojos. Pero es más fácil mirarte a ti mismo desde los ojos de otras personas: «¿Me pregunto qué van a pensar?» Y eso es algo muy poderoso. Eso es algo muy poderoso.

No se trata de otras personas. Tu vida es tuya. Tú eres el que llegó, quien hizo ese esfuerzo monumental para hacer esa transición desde el útero de tu madre a esta tierra. Hiciste ese esfuerzo.

Y luego, el día que te vayas, serás tú quien hará la transición de atravesar de ese muro. Y es por eso que esto se llama «tu vida”. Tu vida, tu existencia. Para apreciar todo esto, tener esa paciencia, realmente comprender quién eres. Y cuando digo: «Intenta extraer todo ese placer que hoy tiene para ti»… ¡Es un regalo! Acepta este regalo, entiende el regalo.

De lo contrario, la vida es como algunas personas dicen: «Oh, esto es terrible, es terrible». Aquellos que han entendido la alegría que está dentro de ellos, no dicen «es terrible». Dicen: «Es hermoso. Es un regalo. Estoy agradecido.» Esas tres cosas: «Conócete a ti mismo. Vive tu vida conscientemente. Ten un corazón lleno de gratitud».

Entonces, muchas gracias, nos vemos mañana.