Prem Rawat:

Voy a contarles la historia del ser humano, quien, en el fondo de su corazón, desea la paz, El hecho de que te guste la paz, de que albergues incluso la idea de tener paz en tu vida, es magnífico.

Quiero decirte algo: Está tu mundo interior, y luego está este mundo. Pero, además, entre estos dos mundos, existe otro mundo: el mundo que te rodea.

En este mundo, tú dictas lo que ocurre. Alguien puede hablarte, pero tú no tienes que escucharlo. Puedes ser práctico, y dejar que lo que diga te entre por un oído y salga por el otro. En este mundo, alguien puede intentar hacerte enfadar, pero depende de ti que te enfades o no.

Es un pequeño mundo; no es muy grande. Lo llevas a donde quiera que vayas. Pero es precioso. Porque sólo puedes acceder a él si eres consciente, si eres sincero respecto a la vida, y estás dispuesto a abrazar la vida misma, más que los problemas de la vida.

Lo que acabo de decir es una declaración de gran calado; de un enorme calado:”Abrazar la vida, más que los problemas de la vida.”

Está mucho más allá que las expectativas que tienes sobre ti mismo. Más allá de tus desengaños. No es la suma de todo lo que está mal en tu vida, sino la posibilidad de lo que está bien, de lo que es bueno, de lo que es hermoso. Es eso. Recuérdalo.