Confinamiento con Prem Rawat – Día 94

“Cuando hacemos las cosas con miedo, nada funciona. Deja de lado el miedo, y algo maravilloso sucede. ¡Celebra la existencia!” – Prem Rawat

Los videos diarios de “En Confinamiento” de Prem Rawat presentan sus charlas, y cómo el Programa de Educación para la Paz ayuda a las personas a descubrir la paz personal. Mantente en contacto para informarte de los detalles sobre cómo reunirte virtualmente con Prem en un futuro próximo.

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Lo que nos hace humanos

Teatro Dolby – Los Ángeles – Estados Unidos

Lo que he venido a decir es que eres muy afortunado por estar vivo. Increíblemente afortunado, es algo sin igual. Que dentro de ti hay un increíble océano de paz, de alegría. Que dentro de ti está la agradable sombra fresca, el agua fresca. Y cuando se vuelve confuso, tienes que saber que donde quiera que vayas siempre llevas contigo esta increíble paz, esta increíble alegría. Siempre están contigo, siempre. Eso es lo que hace que seas tan afortunado, no los logros externos, porque vienen, van y llegará un momento que no valdrán para nada.

Hablo de los dos muros: uno por el que saliste al nacer. El otro muro es hacia el que avanzas, lo atravesarás y desaparecerás. Seguro que a nadie le gusta escuchar esto, porque tenemos una relación muy extraña con la vida. Por un lado no podemos vivir sin ella, la necesitamos, es una de esa cosas… en el fondo hasta la amas. Es uno de esos enamoramientos que no son tan evidentes. Pero al mismo tiempo que la amas quieres que las cosas sean de cierta manera, y ahí está tu lucha. Quieres que las cosas salgan de acuerdo a tu imaginación, a tus sueños, a tus ideas…

Quieres que esto sea de esta manera, que esto sea así, lo otro sea asá… que esta persona sea así, la otra asá. En realidad amas tu vida pero lo ignoras. Por el hecho de estar vivo tienes la capacidad de intentar o creer que podrías intentar cambiar a todos y a todo. Pero si pudieras hacerlo… es una idea ridícula pero este es tu plan: “Yo no voy a cambiar, no quiero cambiar pero quiero que cambien los demás. Quiero que cambie todo lo demás”. Ese es tu plan. Y lo asombroso es que no tienes idea de lo común que es. Todos tienen exactamente el mismo.

Todos piensan: “Si la gente no fuera como es, si solamente me escucharan a mí todo el tiempo”. Porque siempre tienes razón, incluso cuando estás totalmente equivocado tienes razón. “Hay que cambiar el mundo”… y claro que lo cómico aquí es que todos están intentando lo mismo y nadie quiere cambiar.

Tú estás intentando cambiar a la persona de al lado, esa persona está tratando de cambiarte a ti y la persona del otro lado también está intentando cambiarte. Cambio, cambio, cambio y nadie quiere cambiar. ¿Por qué? Porque nadie entiende lo que es el cambio.

El universo es cambio. La vida se trata de entender. Aristóteles.

El regalo que he venido a darte esta tarde… tengo un regalo para ti y estoy a punto de dártelo. No se trata de un objeto pero es el más hermoso: todos pensamos de manera diferente. Ese es el regalo que doy a las personas. Porque hasta en tu forma de pensar, la paz no está en ti, alguien la va a traer. Error: la paz está en ti. El mundo no necesita cambiar, la gente no necesita cambiar, tú necesitas cambiar.

¿Y cómo vas a cambiar? Revirtiendo el cambio. Tú ya no eres quien realmente eres, ya no eres quien realmente eres. Lo único que tienes que hacer es convertirte en quien realmente eres. Se acabó el cambio. Ese es el cambio.

Eso es lo que dijo Sócrates: conócete a ti mismo. Porque si supieras quién eres estarías percibiendo todas estas cosas, estarías viendo ese hermoso estanque de la serenidad, de la claridad, sumergiéndote en él, diciendo: ¡genial! Porque está en ti, está en ti. Poder entender todo eso, poder pensar de una manera diferente, esto puede transformar la vida de lucha a disfrute.

Solo puedo darte lo que entiendo, lo que no entiendo no te lo daré. No estoy aquí para estimular tu imaginación, para decirte lo increíble que es el cielo. No, quiero decirte que si hay un cielo, está aquí.

Y quiero decirte: encuéntralo antes de que llegues a ese muro, encuéntralo, disfrútalo. Porque no sabes lo que se encuentra al otro lado del muro. Es la pura verdad. Podría hablar de otras cosas y seguro que me escucharían, tendría un público más numeroso que este. Pero eso no es lo que te voy a decir. Te voy a decir que si existe un infierno, no lo ha creado Satanás, lo hemos creado nosotros. Somos nosotros los que estamos creando un infierno y no estamos descubriendo que el cielo está aquí. Estás aquí, estás vivo.

Y creo que este es un buen momento de averiguar en tu vida cuántos de estos increíbles tesoros que posees has excavado. Cuantos has extraído. ¿Has excavado las minas de la claridad? Excavar como nunca antes. Disfrutar de las riquezas, del tesoro de la claridad. ¿Has encontrado tu divinidad en ti, tu compasión? ¿Has encontrado tu paz, tu alegría?¿Has encontrado tu amor, tu sabiduría? Porque eso es lo que te hace humano. No pelear. Los monos también se pelean, los peces también se pueden pelear, hoy los he visto peleándose. Las serpientes pelean.

Pelear no te hace humano, cometer errores no te hace humano. Lo que te hace humano (no sapìens), lo que te califica como humano son estos increíbles dones que se te han dado, que llevas incorporados en ti. La claridad, la sabiduría, la alegría, la paz…

¡Vaya, vaya! ¿Qué más puedes pedir? ¿Qué más se puede pedir? La claridad existe sin importar su procedencia, de donde venga… En ese ser llamado “humano” puede bailar. No importa de dónde provenga la paz en el universo, en el mundo: en este escenario llamado “ser humano” puede bailar, puede gritar, puede decir “sí”.

Lo que tiene de especial estar vivo es que tú eres el escenario donde la paz puede bailar, eso es todo. ¿Qué baila en ese escenario? ¿La confusión, la desilusión? Cuando comienzas a desilusionarte de ti mismo, escúchame, cuando empiezas a desilusionarte de ti mismo ya nadie te puede ayudar.

Eso ocurre porque esta cosa llamada imaginación llegó y te pintó un cuadro disparatado. Y te lo compraste sin meditar, sin limpiar. Te lo compraste de cabo a rabo. Hasta la última coma. Y en la primera hora ya te diste cuenta de que no era lo que pensabas. Entonces aparece la desilusión y es un desengaño muy extraño, porque sabes que estás desilusionado pero no sabes cómo decírtelo a ti mismo.

Cuando esa desilusión es con otros sí sabes cómo decírselo a ellos, pero cuando es contigo mismo no sabes cómo decírtelo. Y es entonces cuando empiezas a luchar contigo mismo. Ese es el día en que necesitas escuchar lo que yo digo: conócete a ti mismo.

No pelees contra ti, conócete. No eres el instrumento para lograr tus deseos, no eres la lámpara de Aladino, ni siquiera te llamas Aladino. No es tu tarea vivir haciéndote ilusiones acerca de cómo debería ser tu vida y después tratar de hacerlo realidad. La vida no trata de esto. Se trata del cielo, de este cielo que está en ti.

La paz es una buena noticia. Cuando hacemos las cosas con miedo nada funciona. Deja el miedo a un lado y suceden cosas maravillosas. Esto es lo único que tienes que hacer en tu vida: celebrar la paz, celebrar la vida. Porque, como dije al principio, eres muy afortunado.