Confinamiento con Prem Rawat- Día 9

“¿Qué tienes? Mira lo básico: ¡ Tienes vida, esta cosa maravillosa que se llama ‘existencia’! ¡Eres! Puedes sentir. Puedes comprender. Tienes un corazón. Sigues dándole prefe-rencia a la bondad sobre el odio, a la alegría sobre el dolor, a la claridad sobre la dudapor lo que eres…un ser humano.” — Prem Rawat.

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Prem Rawat:

Hola a todos. Espero que estén bien en estas circunstancias. Sé que hay personas que están viendo este video (o que van a ver este video) que se han infectado. Espero que no les esté yendo demasiado mal.
Son momentos graves, situaciones graves. Pero el asunto de sentirse bien sigue siendo pertinente. El sentirse bien sigue siendo pertinente, el sentirse seguro, a salvo sigue siendo pertinente. El sentirse bien sigue siendo pertinente.
Entonces, ¿no debería todo girar alrededor de este problema? No, porque este es un problema que con toda seguridad puede volverse desproporcionado.
Si no lo vemos en las proporciones correctas, y las proporciones son: Sí, es grave. Pero al mismo tiempo está sucediendo otra cosa. Hay otra urgencia además de esta pandemia, esta pandemia de coronavirus. Es tu vida, tu existencia. Eres tú.
Este es un tropiezo en el camino de tu vida, de tu entendimiento. Tu camino y el destino que tú has elegido. Así que por supuesto la pregunta pasa a ser ¿qué es lo que has elegido? Hay muchísimas ideas, muchísimos asuntos, pero en este momento, las cosas que realmente importan son las que puedes afectar con lo que haces.
Porque esto no es… O sea: no puedes hacer mucho en cuanto a la enfermedad en sí misma, la forma en que se propaga y todo eso, pero puedes tomar las precauciones para no enfermarte tú. Es algo que te da mucho poder en el asunto: lavarte las manos, guardar la distancia, no contagiar a nadie y no contagiarte de nadie.
Primero intenta no enfermarte, pero si te enfermas ven con un sentido de valentía, claridad y entendimiento. Ese sigue siendo el requisito. Y esas son las cosas de las que yo quiero hablar.
Para mí no se trata de «¿puedo frenar el terremoto?». No. Pero puedo ayudarte a fortalecer la casa y eso es lo que importa. Así que si llega el terremoto, la casa tiene la fuerza y la flexibilidad suficientemente para aguantar lo que venga.
Y de esto es de lo que tenemos que hablar. Es esto lo que tenemos que entender. Porque, ¿qué tienes? Mira lo básico, lo básico: ¡tienes la vida! Con todo y las circunstancias, sigues teniendo esta cosa maravillosa que se llama «existencia».
¡Existes! ¡Eres! Puedes sentir. Puedes entender. Tienes un corazón. Sigues dándole preferencia a la bondad sobre el odio. Le das preferencia a la alegría sobre el dolor, sobre el sufrimiento. Sigues dándole preferencia a la claridad sobre la duda, sigues haciendo eso por lo que eres tú, por el hecho de que eres un ser humano.
Quizás no llegaste con manual de instrucciones, pero seguro que llegaste con un montón de preferencias. Y prefieres esa serenidad hermosa por encima de la confusión de este mundo.
Ese es el sentido: ¡por fin, definitivamente tenemos que tener el control de nosotros mismos! ¿Y qué quiero decir con eso? Porque el día entero andamos por ahí abdicando la responsabilidad en algún otro. “Oh, el médico se encargará. Oh, fulanito se encargará de mí o el gobierno se encargará de mí”.
En este momento, algunos de los líderes están tan agotados, tan agotados que se han desconectado. Tan agotados. Es increíble, increíble.
Hay personas que están trabajando horas extraordinarias en el sector de atención médica. Personas que están trabajando, les están aplaudiendo y yo los aplaudo. Y están teniendo que sufrir las consecuencias de las decisiones de algunos de estos líderes que no tienen la menor idea de lo que están diciendo ni de lo que están haciendo.
Pero por fin, he aquí la oportunidad de entender una cosa. Y este no es el momento de culpar a nadie, sino que es el momento de tomar las riendas de tu existencia.
He venido diciendo eso, no hoy sino desde siempre: tú necesitas tomar las riendas de tu vida. Tú eres el ángel que ha venido a salvarte. Eso lo he venido diciendo tantas veces. Pero ahora no hay duda, no hay absolutamente ninguna duda. ¿Te va a salvar tu tecnología? Por supuesto que no.
¿Sabes?, comprar un teléfono nuevo ya no te va a salvar. Alguien presenta algo distinto; eso no va a marcar ninguna diferencia.
En este momento has vuelto a lo más básico de todo. ¿Qué? Guardar esa distancia de seis pies, lavarte las manos, aislarte, confinarte. Guau. “¿O sea que en este momento, ningún gobierno me va a poder ayudar si no me confino?” No. «¿Necesito despertar a la posibilidad de mí?» Sí. «¿Necesito programarme bien?» Sí.
«¿Y cómo haré para que este período de confinamiento sea tolerable y todo lo demás?» Bueno, ¡es eso lo que tienes que hacer!
Así que ahora surge la pregunta: ¿pero sabes quién eres tú? Y es por eso que digo, son tres cosas: conócete a ti mismo, vive tu vida con consciencia…
Esto se ha vuelto un gran asunto, «vivir la vida con consciencia». No solamente tienes que vivir la vida, sino que la tienes que vivir con consciencia. “¿Qué estoy tocando? ¿Qué estoy haciendo? ¿Eso qué es? ¿Dónde está eso y qué está pasando?”.
Y lo tercero: tener gratitud en tu vida. Porque eso es lo que hace posible tolerar todo esto, tener gratitud. Sentir agradecimiento en el corazón. Aún en medio de todo esto, sentir: «guau, todavía estoy vivo». Y cada día que estoy vivo, agradecerlo. Para apreciarlo en realidad.
He aquí toda la esencia, ¡tú! Y tienes que llegar, es casi como que tienes que madurar. Y quizás para algo así… bueno, por supuesto la responsabilidad se la pasamos a algún otro, alguien se va a ocupar. Hay muchas personas que dicen: «Oh, sí, yo me ocupo de todos mis problemas con entrar a la iglesia». “Me ocuparé de mis problemas si voy al templo y me postro ante el ídolo y con eso todo va a estar bien”. Pero ahora ya no puedes ir allí. ¿Entonces qué vas a hacer?
Qué increíblemente práctico, que cómodo que el ser al que le tienes que rezar está dentro de ti. Brillante. Eso es brillante. Así que este tipo de problema no es un problema. Que el océano de la serenidad está dentro de ti… ¡brillante, brillante! Que el océano de claridad está dentro de ti, brillante.
Y este es el momento de saber, de entender y de sentir esa cosa única: “Que hay una gota en el océano, eso lo saben todos. Pero que el océano está en la gota, muy pocos lo saben”. Este es el momento de encontrar ese océano en la gota, porque esa gota a la que se refiere Kabir eres tú. ¡Eres tú! Encuentra ese océano en esta gota.
Y en este momento, con todo el ruido, el alboroto que hay… eso tiene que parar. Tú tienes que saber: hechos, no ficción. Cada paso que das lo tienes que hacer con hechos, no con ficción.
Tienes que estar claro. Realmente es el momento de entender el valor de la claridad. Este es el momento de entender el valor de ser consciente. Este es el momento de entender el valor de estar completo, el momento de entender el valor de ir y venir desde la fortaleza, no la debilidad. Porque cometes tú esos errores, y el coronavirus hará contigo lo que le plazca.
¿La situación ideal? Esa sería la situación ideal, poder evitar la pandemia. Proteger tu salud hasta que haya alguna solución, hasta que encuentren la vacuna (o algo) y luego resolverlo. Esa sería la solución ideal, pero algunas personas no pueden esperar hasta ese momento, ya se enfermaron.
Tienes que entender que, de todo lo que tienes dentro de ti, también tienes un médico adentro de ti que está constantemente en su laboratorio haciendo las pruebas y diciendo: «¡Ah! a ese no lo conozco. A ese coronavirus yo no lo conocía. Tengo que inventar anticuerpos para ese coronavirus».
Ese es el primer médico que viene con la primera respuesta. Y ¿qué están haciendo? En muchos lugares donde ven eso (que tienes síntomas) te dicen “ve a casa y confínate”. Bueno, es para que tu médico pueda sanarte. Ese médico funciona mejor cuando partes de la fortaleza, de la felicidad, de la alegría, de la claridad; incluso en circunstancias extremas.
Y esto es tan poderoso, es un momento tan poderoso… Porque todo lo que he venido diciendo entra en juego de algún modo.
Y no estoy diciendo como que yo tenía razón y tú estás equivocado. A eso no voy. Mi punto es: presta atención a lo que he venido diciendo. Presta atención porque lo que he venido diciendo te va a ayudar ahora. Y las personas que han estado prestando atención saben a qué me refiero.
Así que esa bondad en ti tiene que activarse. Esa bondad dentro de ti tiene que surgir. Esos dos lobos que pelean en ti… hay que alimentar al lobo bueno. Este no es el momento de andar haciendo experimentos: «¿Qué pasará si alimento al lobo malo?». Este es el momento de alimentar al lobo bueno y punto.

Este no es el momento de las preguntas. Este no es el momento para los millones de asuntos. Este es el momento de saber. No es el momento de creer. Este es el momento de saber, de conocer el valor de saber.
Este es el momento de aflorar, es el momento de que surjas, de que madures dentro de ti. En tu entendimiento. Crecer en tu entendimiento y encontrarte a ti mismo, conocerte a ti mismo. Vivir tu vida con consciencia y tener un corazón lleno de gratitud. A mí me parece que esta es la fórmula ganadora, una fórmula ganadora increíblemente buena.
Entonces protéjanse. Que estén bien. Sean. Nos veremos, gracias.