Confinamiento con Prem Rawat – Día 86

“El día que te preguntas: ‘¿Quién soy?’ te has dado un regalo, ¡porque finalmente te has reconocido a ti mismo!” – Prem Rawat

Los videos diarios de “En Confinamiento” de Prem Rawat presentan sus charlas, y cómo el Programa de Educación para la Paz ayuda a las personas a descubrir la paz personal. Mantente en contacto para informarte de los detalles sobre cómo reunirte virtualmente con Prem en un futuro próximo.

 

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Un regalo sin abrir

Nottingham, Reino Unido

En esta vida hay muchas cosas, muchos problemas, pero también hay muchos regalos. Y sin aceptar esos regalos, sin abrirlos, esta vida no sería una vida. Los seres humanos tienen poca memoria y a pesar de las estatuas, poco a poco, pero con seguridad, se borran. Y a medida que el pasado se va haciendo más y más irrelevante, todo se empieza a desvanecer, te olvidas de quiénes eran y, una vez más, el terreno vuelve a estar fértil para cometer los mismos errores. ¿Sabes cuántos miles de millones de personas se esforzarán para alcanzar esa línea que dice “has logrado el éxito, sin fallos”?

Miles de millones de personas soñarán con llegar a esa línea arbitraria que alguien ha trazado, diciendo “esta es la línea del éxito”. Y fallarán, como ocurrió en el pasado. ¿Es eso la vida o hay algo más? ¿No existe una parte de tu mundo que desconoces? Tu mundo interior, donde no buscas el éxito, sino la felicidad. Donde no buscas la fama sino la paz, donde no te esfuerzas por conseguir diplomas, sino la claridad. En el que no tienes que sopesar y medir tus logros sino que calibras tu existencia de acuerdo a los regalos que ya te han sido dados.

¿Entiendes y te das cuenta del valor de la respiración? Porque este aliento es la conexión con la existencia en lo que ti respecta. Mientras respires, estás vivo. Mientras llegue, estás bien. Si no llega, no está bien. Es la manifestación de la vida. No, no lo vemos así. No lo vemos así. Luego sí, pero ya es muy tarde. Cuando ya es demasiado tarde, estamos acostados en ese lecho, en el lecho mortuorio y el doctor… no parece muy optimista. Y luego cae la ficha, sí que cae, no tienes idea de lo enorme que es esa ficha al caer. Es inmensa. Cae con ese sonido… y ahora te das cuenta de tu relación con todo lo demás.

Ahora, de pronto… porque al principio está el dolor, la tristeza, la incredulidad, ira, miedo… al principio. Pero ahora no tiene sentido enojarse, y te empiezas a dar cuenta de eso. ¿De qué sirve? No hay nada que puedas hacer. Y ahora, de pronto, surge otra cosa, el amor, el amor. Tú te conviertes en el centro de tu vida. De eso estoy hablando, ese es el regalo sin abrir. Es el regalo sin abrir, porque tú no estás en el centro de tu vida. Todo lo demás lo está, desde la mañana cuando te levantas, tomas el café, tu familia a tu alrededor, ta, ta, ta… Nadie dice “te quiero” nadie dice, “buenos días”, ¿qué tienes que hacer hoy? Yo tengo que hacer esto y…”.

Ahora, ¿qué hacemos? Cambiamos de estrategia. Eso es lo que haremos, porque hemos tenido la estrategia equivocada todo el tiempo. Hay que cambiar la estrategia. ¿Cómo? Nos centramos en sacar hasta la última gota de alegría, de esta cosa llamada “vida”, sin límites. Cuando digo “mientras este aliento entre en ti estás vivo y tienes el permiso para exprimirlo”. Así que hazlo. Generalmente los familiares están ahí y digo: llena la vasija. Porque eso es lo único, lo único que te llevarás contigo, lo único. Es la experiencia de plenitud. Por eso tienes un corazón.

Ahí estás, con una vasija vacía, esperando a que la llenen. Deseando que lo hagan con alegría, con comprensión… y el día que te hagas esa pregunta: ¿quién soy?, te habrás dado un regalo. Porque finalmente habrás reconocido… ¿qué? A ti mismo.

¿Y qué pasa conmigo? ¿Quién soy? El 70% de agua, ¿y puedo hablar? El 70% ¿y puedo ver cosas?, 70% y ¿puedo pensar? ¿Cuándo fue la última vez que pensó el agua? Saldría en las noticias: “tenemos agua pensante, tenemos aquí mismo agua que puede pensar”. Entonces, ¿quién soy? ¿Un turista que tendrá que irse? ¿Quién? ¿Qué? ¿De qué trata esta vida?

¿Por qué quiero ser feliz? Que cosa extraña, simplemente quiero ser feliz, incluso cuando estoy triste quiero ser feliz. No es que cuando esté feliz quiera ser feliz, entonces estaría loco y necesitaría ver a un psiquiatra. Pero, de manera natural, ¿por qué cuando estoy feliz quiero seguir siéndolo y cuando estoy tiste quiero ser feliz? ¿Una pista? ¿Sherlock Holmes, una pista? Que no soy imparcial. Pero el ser humano no nace con un manual de instrucciones, quizá no lo necesitemos. Porque este manual es obvio. Nadie va a la iglesia, al templo o a la mezquita a rezarle a Dios: “Siento demasiada felicidad, por favor llévatela.”

Demasiada tristeza: “Por favor llévatela”. Demasiada felicidad, alegría o claridad, no hay problema. Si esto es quien eres, ¿qué has hecho al respecto? Si tienes hambre, ¿necesitas comer… o un discurso científico? Como se ve en el video, las personas me vienen a ver, era una muchedumbre de 300.000 personas. Las he tenido más numerosas, de 500.000 personas, casi no me escuchaban a través de los altavoces. Tres filas de altavoces, y los de atrás aún no me podían oír. ¿Qué les digo a estas personas? Primero: eres muy afortunado de estar vivo, regalo número uno… pero hay tantos problemas, ¿cómo puede ser esto un regalo? Regalo número dos: puedes separarte de tus problemas, regalo número tres, no importa lo que suceda, aún puedes sentir plenitud en tu corazón.

Sócrates dijo “conócete a ti mismo”. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué conocerse a uno mismo, acaso tu nombre no es suficiente en una tarjeta? ¿No es así? ¿No? Pero, ¿es eso lo que eres? Otra persona ya ha tenido ese nombre y otro lo tendrá.

Tú, hay algo hermoso… hay muchos aquí que entienden hindi, así que lo diré en ese idioma y lo traduciré después para que nadie se quede fuera, (no lo voy a traducir al hindi sino al inglés para que nadie quede excluido). Se trata de regalos, de regalos sin abrir. Dentro de ti hay jardines magníficos, selvas magníficas, y el jardinero también se encuentra dentro de ti.

Es de Kabir: Dentro de ti están los siete mares, los siete océanos, y dentro de ti se encuentra la estrella más hermosa. El océano contiene en sí una riqueza inmensa, esta es la metáfora de esa riqueza inmensa. Dentro de ti. Dentro de ti… “paras” es una piedra mítica en India, que cuando tocas el metal con ella la convierte en oro. El metal del alquimista. La piedra del alquimista, la piedra famosa. Eso también está dentro de ti y las perlas también, y aquel que comprende su valor también está dentro de ti. El tasador también está en ti.

Dentro de ti está el sonido del silencio, y dentro de ti brota la primavera de la esperanza, de la alegría, del conocimiento, de la sabiduría. Así que no me subestimes cuando digo “el regalo sin abrir”. Hablo del mayor de los regalos. Esa paz que buscas se encuentra dentro de ti, lo divino que buscas está en ti, la verdad que buscas está en ti, la claridad está en ti.

La gente dice que Kabir es un místico y eso es exactamente lo que no es. Como yo, él es alguien tangible, no hay misterio, ninguno en absoluto. El único problema es que la gente no l entiende, yo sí. Cuando leo los versos de Kabir, ¿sabes lo que digo? Sí, sí, amigos míos, estos son los regalos que posees en ti, estos son los regalos que posees en ti.

Un último verso de Kabir, solo para ponerlo en perspectiva: “una gota reside en el océano ¿verdad? Hay muchas gotas en el océano. Eso todo el mundo lo sabe. Que un océano entero está dentro de una gota, eso solo lo saben unos pocos”. Eso solo lo saben unos pocos.

Ahora voy a concluir con esto, porque tú eres la gota en la cual reside el océano. Nadie comprende el destino, pero todos le echan la culpa. ¿Qué es el destino? ¿Quieres saberlo? Yo te lo diré: este es el destino, cada ser humano tiene un regalo, cada ser humano tiene un don, encuentra el tuyo y persíguelo hasta el final, sin límites. Y cuando lo hagas, ese será tu destino.