Confinamiento con Prem, Día 63

“Lo bueno en ti y lo malo en ti, ambos están ahí dondequiera que vayas. Tu misión, si decides aceptarla, es perpetuar lo bueno, la bondad, la generosidad.” – Prem Rawat

Los videos diarios de “En Confinamiento” de Prem Rawat presentan sus charlas, y cómo el Programa de Educación para la Paz ayuda a las personas a descubrir la paz personal. Mantente en contacto para informarte de los detalles sobre cómo reunirte virtualmente con Prem en un futuro próximo

 

Audio

Tu paz

Universidad Taylor

Kuala Lumpur, Malasia

La gente habla de la paz mundial. Me miran a mí… es como que yo estoy hablando de la paz mundial y resuelvo todos los problemas. Porque funciona así: primero tú encuentras tu paz, primero descubres tu paz y después haces las paces con el mundo. Entonces tendrás paz mundial. Haya o no haya paz mundial, por lo menos habrás hecho las paces contigo mismo. Porque ese es el paso fundamental. Antes de que puedas comenzar a afrontar la labor de hacer las paces contigo mismo, la pregunta es: ¿quién eres?, ¿qué eres?, ¿de qué tratamos todos nosotros?

Cuáles son nuestros fundamentos, nuestras bases… y algo que tenemos en común es que todos queremos estar contentos, satisfechos, felices. Queremos sentirnos bien, no importa qué nombre le des. Es ese estado en el que encontramos que somos nosotros y estamos contentos con eso.

No es algo construido sobre ideas, teorías, filosofías y todo eso. Simplemente es que te sientes bien, y te sientes bien porque te sientes bien. Es algo de adentro, no psicológico. Es cierto que posees una fuerza… Y hablando de emociones: ¿cuándo nos volvemos fuertes emocionalmente?

Solamente podemos serlo cuando somos fuertes dentro de nosotros. De otra manera, las emociones nos comen vivos. “Mi amigo me quiere, mi mamá me quiere, mi papá me quiere”, entonces entramos en el juego de buscar la aprobación. Aprobación del mundo, aprobación de nuestros padres. Aprobación, aprobación.

En este proceso de buscar la aprobación nos desarraigamos. Y estamos perdidos. Teniéndolo todo, estamos perdidos. Si tienes un campo y lo dejas sin hacerle nada ¿qué supones que va a suceder? Van a crecer cosas, pero lo que crecerá mayormente es hierba.

Y quizás alguien que ve que hay maleza y que nadie está usando ese campo empiece a tirar la basura ahí y su situación se deteriorará. Sin embargo, aún cuando está pasando por todo este proceso de que le tiren basura y le crezca maleza, esa tierra, ¿en algún momento ha perdido el potencial de que ahí crezcan flores, vegetales, una cosecha hermosa? No, ese potencial está ahí todavía y puede regresar. Regresará tan pronto alguien comience a cuidarlo, a quitarle la maleza.

La gente no quiere conocerse a sí misma, no quieren comprender quiénes son. Y cuando digo quién eres no se trata de tu personalidad, de lo que te gusta o no, ni se trata de tus ideas. No se trata de tus sueños, porque van a cambiar. Tus sueños van a cambiar, tus ideas van a cambiar, tus circunstancias van a cambiar.

Pero lo que verdaderamente eres tú no va a cambiar. Tu cuerpo va a cambiar, tu forma de verlo, también, tu vigor, tu resistencia va a cambiar, tus amigos van a cambiar. Lo que te parece ahora “lo último” va a cambiar, la moda va a cambiar.

Pero lo que verdaderamente eres tú no va a cambiar. Así que te pregunto: ¿quién eres tú? 50% malo, lo siento. Exactamente 50%, no 51% y 49%. Exactamente el 50% eres muy malo. Esa es la noticia mala, la noticia buena es que el otro 50% eres bueno, muy bueno, asombrosamente bueno, increíblemente bueno. ¿Qué te parece? 50% bueno y 50% malo. Porque el temor está en ti, eso es lo malo. Y la valentía está en ti y eso es lo bueno.

La confusión esta en ti, eso es lo malo. Y la claridad está en ti, eso es lo bueno. La guerra está ti, eso es lo malo. La paz está en ti, eso es lo bueno. Dentro de ti.

Tu temor va donde quiera que vayas, tu desilusión también; reserves o no un asiento en el avión los tienes a todos encima. Pero conocerte a ti mismo es comprender no solamente lo malo sino comprender lo bueno.

La mayoría de las personas cuando hablan conmigo dicen: “Me enfurezco muy fácilmente”. Han entendido lo malo que tienen, pero no han entendido lo bueno.

Lo que yo tengo que señalarles es que, si te puedes enfurecer, también tienes otra cosa y eso es perdón, alegría. Eso también está ahí. Cuando digo “conócete a ti mismo” me refiero a eso exactamente a que ya conoces lo malo en ti. Todavía no has sentido lo bueno en ti pero ahí está. Quiero que comprendas que ahí está y que puedas ponerte en contacto con ello. No necesitas ponerte en contacto con lo malo en ti, eso ya lo conoces, ¿no es cierto? ¿Pero conoces lo bueno?

Cuando la circunstancia te lo pida, puedes llamar a lo malo fácilmente. ¿Cuánto tiempo te lleva desilusionarte? Es instantáneo. Permite que te diga algo: en esta vida, entender, saber que lo bueno está en ti, no aceptar el fracaso es el centro, el fundamento de la fuerza emocional, física y mental. Eso es la claridad: lo bueno y lo malo en ti. Ambos van contigo donde quiera que vayas. Tu misión, si decides aceptarla, tiene que ser que en la vida perpetúes lo bueno, la bondad, la generosidad, la claridad.

La generosidad no consiste en regalar dinero a las personas, existía antes de que se inventara el dinero. La generosidad comienza siendo generoso con la bondad que tienes. Bondad, comprender que cada ser humano sobre la faz de la tierra es igual a ti. No hay nadie que sea mejor ni peor.

Hay una posibilidad en esta vida y es una posibilidad auténtica: se trata de que, en contra de todas las posibilidades aprendiste a caminar. Fallaste, pero jamás aceptaste el fracaso.

Depende de ti, esa es mi sugerencia. Se trata de vivir esta vida sin aceptar los fallos. Elegir conscientemente que la posibilidad de paz está aquí contigo, que siempre ha estado y siempre estará. Que la paz que llevas adentro en tu paso por este mundo está contigo.

Y que hagas lo que hagas, vayas donde vayas, suceda lo que suceda, por nefastas que sean las circunstancias, esa paz sigue estando dentro de ti.