Confinamiento con Prem, Día 59

“…Ser consciente de que tengo en mi una hermosa serenidad, dicha, valentía, la sabiduría de mil millones de libros que se han escrito. Todo en mí, todo en ti.” – Prem Rawat

Los videos diarios de “En Confinamiento” de Prem Rawat presentan sus charlas, y cómo el Programa de Educación para la Paz ayuda a las personas a descubrir la paz personal. Mantente en contacto para informarte de los detalles sobre cómo reunirte virtualmente con Prem en un futuro próximo.

Audio

Los tres pilares de la paz

Barcelona, España

Bueno, yo estoy aquí y tú estás aquí. Me alegro de que pudimos lograrlo. Y lo que tengo para decir es, de algún modo, realmente muy sencillo. Si puedo recordarte algo, si puedo decirte algo nuevo, será igualmente simple.

Lo nuevo que quiero decirte y lo que ya has oído es que lo que estás buscando ya lo tienes dentro de ti.

Dentro de ti tienes recursos maravillosos que necesitas en esta guerra de la vida. Sí, es una guerra. ¿Con quién luchas, quién es el enemigo? La ignorancia. ¿Con quién peleas? Con la duda. ¿Con quién es la lucha? Con el miedo. Son algunos de los enemigos que tienes a los que, para ganar esta guerra, tendrás que vencer.

¿Cuáles son tus soldados? ¿Quiénes forman tu ejército? ¿Qué tienes como para pelear esta guerra? Esta guerra vas a pelearla con claridad. Entonces la pregunta es: ¿por qué va a suceder esta guerra? ¿Por qué? Cuando la claridad, el entendimiento, la dicha, la sabiduría, la serenidad, estos elementos poderosos están de tu lado y son con los que vas a enfrentar esta guerra, ¿para qué esta guerra?, ¿por qué habrá una guerra?

¿Por qué la duda, el dolor y el sufrimiento no entienden que tienes a la dicha de tu lado y que simplemente deberían rendirse porque no hay competencia? Es como alguien que en un juego de ajedrez hubiera logrado mover cuatro peones a la última fila y tuviera cuatro reinas. ¡Se terminó el juego!

Así que para mí no tiene ningún sentido que esta guerra siquiera suceda. Cuando se enfrentarán adversarios tan fuertes (y los que están de tu lado son mucho más fuertes que los otros adversarios) ¿por qué esta guerra? No lo entiendo, simplemente no lo entiendo. ¿Y tú? No tiene ningún sentido.

Si la serenidad está de tu lado, ¿por qué te afliges?, ¿por qué te preocupas? Si la claridad está de tu lado al igual que la valentía, ¿por qué le temes al miedo?, ¿de qué tienes miedo?, ¿cómo puede ser?

Debe haber un problema en algún lugar. Alguien está muy mal informado de lo que está pasando, ¿verdad? Tiene que ser eso. De algún modo se te ha dicho, o te han convencido o te las has arreglado para convencerte a ti mismo, de que el miedo es más fuerte que la valentía. Y yo estoy aquí para decirte que no es así. Que afortunadamente la valentía que tienes es increíblemente fuerte.

Si fuera tú estaría hablando de misericordia. “Debemos ser misericordiosos con estos elementos llamados miedo, ira”, los destruiríamos. En cambio, nos sentimos sus víctimas. Entonces no estamos siendo conscientes. No comprendemos el poder de la claridad, lo poderosa que es la dicha, lo poderosa que es la serenidad.

De hecho, lo poderosa que es la divinidad, que resulta que está de tu lado. ¿Cómo lo sabes? Porque la divinidad está en ti.

Y no te dejes llevar por tu definición de «divino». Cuando digo «divino» estoy hablando de ese poder, esa belleza que es la creadora de todo este universo. Estoy hablando de eso divino que, y es lo único divino que conozco, que no puede ir de allí para allá.

¿Sabes que lo divino no puede ir de allí para allá? ¿Sabes por qué? Porque lo divino está allí y está allá al mismo tiempo. No puede venir ni puede ir, no hay lugar sin lo divino. No hay lugar donde no exista toda esa bondad.

Resulta que eres un campo, no un campo como un campo de energía magnética, sino un campo como un campo de batalla, un lugar donde tienes conciencia. Y siendo consciente, puedes elegir. ¡Si eres consciente, puedes elegir! Puedes elegir solicitar el poder, la energía, la sabiduría que tienes dentro de ti. Si quieres, si esta guerra significa algo para ti, si estar vivo todos los días significa algo para ti.

Sé que hay personas aquí que me han escuchado hablar muchas, muchas veces, y hay otras personas aquí que me están escuchando por primera vez. He simplificado las cosas. Les digo a todos: «Hagan tres cosas, esto es todo lo que tienen que hacer». ¿Quieres paz? Haz tres cosas. ¿Quieres claridad? Haz tres cosas. ¿Quieres alegría en tu vida? Haz tres cosas. ¿Quieres ganar esta guerra? Haz tres cosas.

Tres, solo tres. ¿Una? Conócete a ti mismo. ¿Dos? Vive tu vida conscientemente. ¿Tres? Ten un corazón lleno de gratitud. Es lo único que tienes que hacer.

Eso es todo lo que tienes que hacer. Es todo lo que tienes que hacer, nada más. Todo, todo lo que has escuchado está cubierto con estas tres cosas. Conócete a ti mismo, ese es el Conocimiento del propio ser: «Conócete a ti mismo». “Vive tu vida conscientemente”, trae la claridad.

¡Ser conscientes! Ser consciente de que tengo en mí esa hermosa serenidad, que tengo en mí esa hermosa alegría, que tengo en mí esa valentía. Que tengo en mí la sabiduría, la sabiduría de mil millones de libros que se han escrito. Tengo en mí la sabiduría de miles y miles de santos que han bendecido esta tierra. Todo en mí, todo en ti. Tú tienes eso.

Y cuando comienzas a vivir tu vida con esa claridad, cuando comienzas a vivir tu vida con esa alegría, cuando comienzas a vivir tu vida, simplemente a vivir tu vida y no a cumplir las expectativas sin tratar de hacer esto ni aquello… Si puedes vivir tu vida conscientemente, finalmente comenzar a vivir tu vida, entonces tu corazón estará lleno de gratitud.

Y luego los regalos que recibes del corazón, ¡oh! Es demasiado, tan hermoso. Es posible que no recibas una trufa de chocolate, pero la satisfacción y la dulzura en la boca de esa trufa de chocolate, la satisfacción, la verdadera satisfacción, eso sí lo tendrás. Eso lo conseguirás.

Tres cosas: “Conócete a ti mismo. Vive tu vida conscientemente. Y ten un corazón lleno de gratitud.” Es todo lo que tienes que hacer, eso es todo.

Practica la paz, cambia tu mundo. Cambia este mundo. Llévalo del dolor y el sufrimiento a la alegría. Cámbiate a ti mismo. No tengas miedo, no hay necesidad de miedo. No necesitas tener miedo de cambiarte a ti mismo. ¿Por qué? Si no te gusta, siempre puedes volver.

Si no te gusta… si no te gusta el miedo puedes intentar cambiarlo. Si no te gusta la valentía siempre puedes volver al miedo. No se habrá ido, el miedo nunca te abandona, no te preocupes. La confusión nunca te abandona, ellos siempre estarán allí.

¿Quieres aprovechar? Entonces aprovecha la claridad. Y esto es todo lo que tienes que hacer. Es lo único que tienes que hacer.

En esta vida, en verdad, cada día que tienes es un regalo, es una posibilidad de sentirte pleno. Hazlo. Gana la guerra. Es como un paseo por el parque. Créeme, una vez que sabes lo que tienes, es un paseo por el parque. Ya lo dije al principio y así es como debería ser.