Confinamiento con Prem, Día 55

“Viene otra página. Tu libro no comienza y termina aquí. Esas paginas seguirán llegando. ¿Qué vas a escribir?” – Prem Rawat

Los videos diarios de “En Confinamiento” de Prem Rawat presentan sus charlas, y cómo el Programa de Educación para la Paz ayuda a las personas a descubrir la paz personal. Mantente en contacto para informarte de los detalles sobre cómo reunirte virtualmente con Prem en un futuro próximo.

Audio

Tu mensaje de paz se ha llevado alrededor del mundo desde la niñez hasta tu edad adulta, y eso te trae aquí hoy a la prisión Twin Towers de Los Ángeles.

Texto en pantalla:

RECLUSO HABLANDO

PRISIÓN TWIN TOWERS

Y con esto último, gracias al Departamento de Alguaciles del Condado de Los Ángeles.

DR. HELLMAN

ADMINISTRADORA DE DESARROLLO EDUCATIVO

Dr. Hellman:

En realidad, esta es probablemente la cárcel de salud mental más grande del mundo. Casi todos los presos tienen algún tipo de problema mental. Aquí, en el Condado de Los Ángeles, estas cárceles son más grandes que la mayoría…

EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Twin Towers es la cárcel más grande del mundo. En un día cualquiera hay hasta 18.000 presos.

Dr. Yael Hellman:

En realidad, es ese auto-descubrimiento y la esperanza… tener una vida plena, que es tan importante dentro o fuera de las paredes de la cárcel.

Recluso:

Es tan bueno que nos acompañes hoy en la ciudad de Los Ángeles. Gracias por haber venido. Quiero decirte que para mí tú eres como un héroe de la vida moderna, que repartes flores y dices: “Que tengas un buen día.” Pero tus flores son palabras de paz. Gracias.

Prem Rawat:

De nada.

PREM RAWAT

EMBAJADOR INTERNACIONAL DE LA PAZ Y AUTOR

Prem Rawat:

Tengo que decirte algo sobre esa palabra que usaste: “héroe”. Hay un solo héroe en tu vida y siempre habrá uno solo, y no soy yo, ni es Superman ni la Mujer Maravilla. Eres tú.

Tu Historia. Sin Ataduras

Prem Rawat se dirige a los presos en Twin Towers

Prem Rawat:

Quiero decirles algo. Uno de los mensajes clave es conocerte a ti mismo. Y eso, ¿por qué es importante?

Si tienes un mapa, un mapa increíble, muy detallado, muy increíble, y tiene todas estas cosas, todos los detalles de dónde está todo, donde está esto y aquello. Tienes una idea de dónde quieres ir y quieres usar este mapa. Es un mapa muy bueno, muy detallado.

¿Qué es lo más importante que tienes que saber cuando miras ese mapa para poder encontrar tu camino? Es: ¿dónde estás tú en ese mapa? Si no sabes dónde estás tú en ese mapa, el mapa es inútil, con todos sus detalles, con todo lo que tiene. Lo puedes mirar, pero no sabes dónde estás. ¿Cómo vas a saber adónde ir?

De eso estoy hablando: conocerte a ti mismo. Si no sabes quién eres, ¿qué haces? ¿Qué hacemos todos? Miramos a los demás para que nos identifiquen: “¿Soy una buena persona? ¿Soy mala persona? ¿Quién soy?”

Creamos nuestros amigos, nuestros círculos sociales, todas estas personas. Y las miramos. Queremos satisfacerlas. Queremos su aprobación porque no conocemos la posibilidad que hay aquí.

La vida es como un libro. La primera tapa se abrió cuando naciste. Cada día recibes una página nueva. Todos los días recibes una página nueva y no tiene nada escrito. Tú escribes lo que quieras en esa página.

Y esa página pasará automáticamente. Se te presentará una página nueva cada día hasta que el libro termine. Y la última página cerrará el libro entero.

Estás escribiendo capítulos de la vida. Cuando te despiertas por la mañana, ¿estás listo para el día? ¿O estás lleno de expectativas de lo que quieres que ocurra? ¿Estás listo para ese día, para las posibilidades que te ofrece?

Porque cuando llega a ti esta respiración y te trae el regalo de la vida, eso es algo muy poderoso. Es más poderoso que todo lo que está sucediendo en este mundo.

Te encuentras aquí. ¿Cómo llegaste? Cada uno tiene su historia. Yo voy a muchos lugares donde hay personas encarceladas. Esas personas miran a su alrededor y dicen: “Eso está mal, eso está mal y eso está mal.” Toda la vida así.

Fácil hacerlo (señala), ¿verdad? Difícil ver los otros tres dedos, ¿no es así? Porque esos dedos te dicen: “¿Y tú qué?”

El día que haces esa transición, el día en que este libro no trate sobre otras personas sino sobre ti, tu vida dará un giro. Tu vida cambiará. Lo he visto. Cambiará. Porque no se trata de los demás. Tú no tienes que buscar la aprobación ni la desaprobación. Encuentra la satisfacción de estar vivo dentro de ti.

Ya sé que están todos pensando: “Eh, pero, pero, pero.” Escuchen lo que estoy diciendo, es muy, muy simple. Es un hecho, no es ficción. Tú estás vivo. Estás vivo ¿Qué eras ayer? ¿Qué puedes ser mañana?

¿Eso de quién depende? ¿Del destino? ¿De la sociedad? ¿Del mundo? ¿O de ti? Nos dicen: “Ah, sí, el mundo, la sociedad tiene que cambiar.” Cuando digo a la gente: “La paz es posible” me miran y me dicen: “¿Estás loco? ¿De qué hablas? ¿Cómo va a ser posible la paz?” Y yo respondo: “De lámpara en lámpara, encendiendo una lámpara tras otra, así va a suceder la paz.”

Luego les pregunto: “¿Por qué piensan que es imposible la paz?”. “Ah, porque hay mucha codicia en el mundo.” Y digo yo: “Perdón, la codicia ¿la crearon los seres humanos o hay alguna montaña en algún lugar donde llueve codicia y se dispersa por el mundo?”.

No, la codicia fue creada por los seres humanos ¿Cuál es la buena noticia? Lo que los seres humanos han hecho se puede deshacer. Así es posible la paz. ¿Los seres humanos han hecho la guerra? Pues los seres humanos pueden deshacerla.

Esto es un hecho, no es ficción ni filosofía. La premisa del Programa de Educación para la Paz es realmente iluminar el hecho de que tú estás vivo. Y cada día que estás vivo es la esperanza más increíble que existe, la posibilidad más increíble que existe.

Puede que no lo parezca, pero las páginas de este libro van pasando día tras día, y un día esa última página pasará: “¡Bumm!”. Y ya está ¡Ya está! ¡Ya está! No hay más.

¿Es eso bueno? ¿Es malo? ¿Es terrible? No. Es así. Y así es para todos en la faz de esta tierra: ricos, pobres, con estudios, sin estudios, poderosos, débiles, hombres, mujeres; todos. ¡Es ley!

¿Y qué tienes tú? Lo que tienes es este día, hoy. Porque mañana va a llegar como hoy. Nunca vendrá como mañana sino como hoy. A la media noche ese mañana se convierte en hoy, y tendrás el día de hoy.

Y al día siguiente tendrás el día de hoy, y al siguiente día también, y al otro. Hasta que llegue el día en que ya no tendrás ese hoy.

La urgencia, si es que existe, está en reconocer el valor inapreciable de cada día. La gravedad del tiempo, que no tiene un botón para rebobinar. No importa, no hay botón de rebobinado.

Tienes que dar el paso siguiente y lo tienes que dar conscientemente, con plena consciencia, con todo el entendimiento de su gravedad y de su potencial.

No tienes que ser una víctima de lo que sucede. Puedes ser el vencedor adentro. Puedes ser libre, no en lo externo sino adentro.

Todos estamos presos de algo. Todos. Incluso las personas que van por la calle ahí afuera, también están presas de sus ideas, de sus sueños, de su esfuerzo, de su trabajo, de su jefe, de todo el drama que se representa cada día en sus vidas.

¿Quieres libertad? Tendrás que ir hacia dentro. Tú eres la fuente de esa libertad.

Eres tu peor enemigo y tu mejor amigo. ¿Qué compañía has tenido? ¿La de tu enemigo o la de tu amigo? Encuentra ese amigo y te encontrarás a ti mismo. Encuéntrate a ti mismo y encontrarás a ese amigo.

Alegatos, venganza, ira, miedo, duda, no vienen de afuera. Están dentro de ti todo el tiempo. Cuando estás encerrado en tu celda, adivina: ¿quién está ahí contigo? Ahí está tu ira, ahí está tu miedo, tu duda, tu dolor. ¿Sabes quién más está ahí? Está tu alegría, tu claridad, tu entendimiento.

¿Y si te digo que la oscuridad y la luz son dos lados de la misma moneda? La oscuridad nunca está lejos de la luz. Y la luz nunca está lejos de la oscuridad.

¿Cuánto tiempo tarda en llegar la oscuridad cuando apagas la luz? No es que la apagues y se vaya la luz poco a poco. No, no viene de ninguna parte. Siempre está ahí. Apaga la luz y hay oscuridad. ¿Y cuánto tiempo tarde en irse la oscuridad cuando se enciende la luz?

Las dos están dentro de ti. La alegría está en ti, la tristeza está en ti. La próxima vez que estés triste, piénsalo. Piénsalo. Esa alegría inconmensurable también está dentro de ti. Cuando estás confundido… Las cosas no se ven claras, no tienen sentido. Para. Y comprende que también dentro de ti hay una claridad increíble e ilimitada.

Aprende a obtener, a recolectar lo que es bueno. Las pequeñas cosas que entiendes (no importa lo pequeñas que sean), son muy útiles para hacer de esta vida algo bueno. Hacer de esta vida algo bueno. Hacer que esta vida sea agradable, un disfrute que tiene su centro dentro de ti. Si puedes comprender eso, si puedes captar lo que intento decir… es muy sencillo. Créeme, es increíblemente sencillo.

Una de las cosas que seguramente habrán observado es que el Programa de Educación para la Paz no es complicado. No es algo como: “Vamos a averiguar cuantas estrellas hay”. No, se trata simplemente de ti, de ti, de ti.

Y para mí esa es tu fortaleza. Necesitas fuerza. Pero no necesitas la fuerza de la venganza ni necesitas la fuerza para mostrarla. Necesitas la fuerza que viene de tu interior para ti. ¡Para ti!

Tienes otra vida. Viene otra página. Tu libro no comienza ni termina aquí. Seguramente, eso espero, un día saldrás de aquí. ¿Y entonces qué? ¿Entonces qué? Esas páginas seguirán llegando y tendrás que escribir en ellas. ¿Y qué vas a escribir?

Este libro, ¿va a ser un libro de memorias? ¿O de esperanzas y aspiraciones? ¿De éxitos? ¿O se tratará de tu entendimiento, del entendimiento del ser? Eso depende de ti. Totalmente depende de ti. No se trata de ninguna otra cosa, se trata de ti.