Confinamiento con Prem, Día 48

“¡Mira hacia adentro! ¡Vuélvete hacia adentro! Es la travesía mas hermosa, la travesía mas increíble. Ese es el mundo de la paz.” – Prem Rawat

Prem Rawat se está preparando para presentar su Programa de Educación para la Paz (PEP), un curso cuyo objetivo es el autodescubrimiento de nuestros recursos internos. Durante esta preparación, presentaremos diariamente, en la serie “En Confinamiento” historias de participantes del PEP en diferentes partes del mundo.
Se puede encontrar más información sobre el Programa de Educación para la Paz en TPRF.org.

Audio

Valentía en la paz

Narrador:

Durante más de veinticinco años, la pequeña isla de Sri Lanka sufrió la destrucción de la guerra civil. Según las Naciones Unidas se calcula que murieron entre 80 y 100.000 personas, y millones quedaron traumatizados.

A partir de 2009 el país ha comenzado un difícil proceso de reconciliación, y en años recientes, el Programa de Educación para la Paz ha formado parte de ese proceso, ha sido aprobado por la Oficina de Rehabilitación para ayudar a los ex-combatientes y civiles a recuperarse y construir una cultura de paz.

Prem Rawat, fundador del Programa de Educación para la Paz, fue invitado por funcionarios del gobierno a reunirse con excombatientes y oficiales de rehabilitación.

Individuo: (hombre, traducido en pantalla)

Estoy muy feliz de verte. En 1983 estuve involucrado en la guerra y ahora me he rehabilitado. Si yo hubiese aprendido el Programa de Educación de la Paz antes no hubiera participado. Pero ahora entiendo la verdad por dentro, y la aprendimos a través de tu mensaje.

En mi vida, incluso para mis hijos o nietos, si todas esas personas inocentes solo pudieran aprender esto. El Programa de Educación de la Paz lo deberíamos aprender desde una edad temprana.

Cuando ves ahora a Sri Lanka…. Hace treinta años había guerra. Ahora ya no hay guerra aquí en el país, pero tantas personas han sido afectadas por la guerra. Esta paz, cuando vemos tu video, esa paz debe ser para todos. No solo para las personas que han participado en la guerra, sino para todos.

Prem Rawat:

Umm, sí, bueno, lo estamos intentando; estamos intentando. Ahora tantas escuelas están comenzando el Programa de Educación para la Paz para que las personas puedan tener un entendimiento.

Tienes razón: la guerra castiga a los inocentes. Y la primera baja, la primera pérdida en la guerra es la verdad.

Así que, sucedió lo que sucedió y lo que puede suceder. El milagro más asombroso es que esa respiración sigue llegando a ti, y mientras siga llegando a ti esta respiración vas a seguir teniendo un plan, un programa, y ese plan es la vida. Vívela, compréndela, siente la alegría en tu vida, siente la claridad en tu vida. Crece. Sé quién eres. Comprende lo que hay dentro de ti. Y siéntete pleno.

Individuo: (hombre, traducido en pantalla)

Buenos días a todos. Soy un oficial en el ejército. Soy una persona profundamente involucrada en el proceso de rehabilitación. Y después de este programa, esta paz, la paz entre las personas, entre las razas… este programa se ha convertido en un gran recurso para desarrollarla.

Estamos muy felices; muy felices de haber podido participar en esta ocasión. Y deseamos que haya paz en Sri Lanka, paz en el mundo y paz en el universo. Rogamos que tengas la fortaleza y ??la valentía para hacer que suceda ahora y en el futuro.

Prem Rawat:

Gracias, gracias.

Texto en pantalla:

¿Que es paz?

Colombo, Sri Lanka

Prem Rawat:

Cuando viajo por el mundo y les digo a las personas «paz», las personas no tienen idea de lo que es paz, ni idea. Para la mayoría de las personas la paz es escapar de sus problemas.

Permíteme hacerte una pregunta: “¿Por qué quieres paz?
¿Por qué?
¿Por qué quieres paz?

(Individuos: Queremos paz porque somos humanos.)
Bueno, ¿y qué? También quieres a Dahl. ¿Te gusta el arroz? (Individuo: Sí, definitivamente.) ¿Te gusta el arroz? (Individuo: ciertamente.) ¡Así que, también te gusta el arroz!

Pero eso no dice «el arroz es posible». Dice «La paz es posible». ¿Por qué quieres paz? (Individuo: Ser feliz.) ¡Ah, para ser feliz! ¿Cuántos de ustedes quieren paz porque los hace felices? Levanten la mano.

Entonces, la siguiente pregunta: «¿Por qué quieres ser feliz?» (Individuo: se siente bien.) ¿Se siente bien? ¿Por eso quieres ser feliz, porque se siente bien? (Audiencia: Sí, porque se siente bien.)

¿Por qué quieres sentirte bien? (Individuo: Sí… Es nuestra naturaleza.) Bueno, tienes muchas cosas que son naturales. Es natural que cuando te pica quieras rascarte, pero tus padres te han dicho: «No te metas el dedo en la nariz». A veces te pica la nariz pero no es bonito hacerlo, así que te resistes, ¿verdad?

¿Quieres resistirte a la paz? (Audiencia: No.) ¿Quiere resistirte a sentirte bien? (Audiencia: No.) ¿Quieres resistirte a ser feliz? (Individuos: No, para eso sirve.)

Así que, nuevamente la pregunta es: “¿Por qué quieres sentirte bien? ¿Por qué quieres ser feliz? ¿Por qué quieres paz?

Entonces, ¿tu felicidad no está siempre ahí? ¿La felicidad cae del cielo? ¿Crece en el campo? ¿Qué es tu felicidad? Estoy haciendo estas preguntas porque quiero que participes. Quiero que pienses. Quiero que entiendas que la paz no es unirle a tus problemas. La paz no se trata de tus problemas. La paz no se trata de lo bueno y lo malo. La paz no se trata de la confusión. ¿Qué es paz?

Como seres humanos, como seres humanos, tenemos dos partes. ¿Por qué? Es ley de la física. No se puede tener una moneda de un solo lado. Todas las monedas tienen dos lados, aunque cortes la moneda para eliminar un lado, vas a quedar con dos lados. Ley de la naturaleza, ¿verdad?

Entonces, cada vez que estás confundido, adivina cuál es el otro lado de eso: la claridad, así de distante, tanto así. Cuando te encuentres en la oscuridad, la luz está a esto de distancia. Cuando encuentras que estás triste, la felicidad está tanto así de distancia. Estoy haciendo esto para que puedas ver. Pero la distancia es menos, créeme.

Tienes dos naturalezas: tienes bondad, tienes claridad. Esta también es tu naturaleza. La bondad, claridad, compasión, alegría, luz, eso también es tu naturaleza, y la confusión, ira y frustración también son tu naturaleza.

Así que, no te pongas, como: «Oh, sí, sí. Me gusta eso. Me gusta, ‘Mi naturaleza es luz’ «. No, la oscuridad también es tu naturaleza. La oscuridad también es tu naturaleza, pero también la luz. También la luz.

Así que, hay un lugar en ti, el lugar donde está esa luz, donde está esa alegría, donde está esa claridad, donde está ese entendimiento. Y eso, la experiencia de ese lugar te traerá paz. Eso es la paz. Eso es la paz. Si a eso le quieres llamar «divino», adelante. No importa, no le importa al Ser Divino; a ti te importa, al Ser Divino, no. Nunca le ha importando y nunca le importará.

Lo que te digo hoy es para que puedas beneficiarte en tu vida, esta vida que tienes es lo más preciado que existe. No habrá nada más preciado que esta vida que tienes.

La tragedia, la tragedia es tener esta vida y no saberlo, tener la riqueza y no reconocerla, tener ese Ser Divino y nunca encontrarlo. Esa es una tragedia. Esa es una tragedia. Buscar lo que siempre tuviste y nunca encontraste porque no tenías necesidad de buscar, necesitabas descubrir.

Esta relación de ausencia y presencia. No entendemos la presencia, la presencia es real. La ausencia no es nada.

¿Qué es presencia? La presencia es esta respiración que acaba de entrar en ti. Esto es presencia. Y lo olvidamos. Olvidamos porque estamos jugando al juego equivocado, no la presencia sino la ausencia. Y mientras sigamos esto, amigos míos, este es el juego de la ignorancia. Lo que estás buscando, esa palabra «paz», indica conocimiento y no ignorancia.

Y el mundo está tratando de descubrir, en el mundo de la ignorancia, «qué es el conocimiento». Imposible. Les digo: imposible. Imposible. Nunca lo va poder entender. Por eso el mundo no sabe qué es la paz. Porque estamos jugando un juego de ignorancia con nosotros mismos. Y las guerras que odiamos son el resultado no del conocimiento sino de la ignorancia.

Entonces, ¿en qué mundo quieres vivir? ¿En qué mundo quieres vivir? En el mundo de la presencia o en el mundo de la ausencia?

Si quieres vivir en el mundo de la presencia, no de creencias, sino conocimiento… Eso es lo que sucede. Cuando vives en el mundo de la ausencia tienes que tener creencias porque no hay nada presente. Así que hay que creer, creer que esto está aquí, creer que está ahí, creer esto, creer que los dioses viven ahí por encima de las nubes… »

Soy piloto, y cuando viajo por el mundo, yo mismo piloteo. ¿Y no piensan que yo, también nacido en la India, voy a estar atento? Así que, vas ascendiendo por encima de las nubes y dices: “Hmm, hay alguien por acá, ¿Hay alguien ahí?”

Porque no quieres chocar con un dios… Eso sería un lío. Algunos de esos dioses tienen sus propios vehículos y tú no quieres, eso sería un lío. Ahí no hay nada, solo nubes, más nubes, más nubes, más nubes, más nubes.

Pero vives en el mundo de las creencias: «Ahí están». Vives en el mundo del «presente», en el mundo del conocimiento… «¿Dónde, dónde, dónde?» La respuesta es: «Aquí, aquí, aquí, aquí».

Mira hacia adentro, vuélvete hacia adentro: es la travesía más hermosa, la travesía más increíble. Ese es el mundo del conocimiento, el mundo de la paz, el mundo del entendimiento de que somos seres humanos, que todos podemos marcar la diferencia. Y esta es la posibilidad. Esta es la posibilidad.

En tu vida te espera el bien, la bondad, el Ser Divino espera que lo descubras: ¡alegría, tesoros! Escucha: no tienes límite para la alegría. Para el dolor sí. Después de un tiempo es demasiado, ya no quiero más. La alegría, sin límites.

Puedes tener alegría todos los días por el resto de tu vida y no hay problema. ¿Tristeza todos los días? Te vas a encontrar un precipicio en algún lugar: Eso es lo que hace la gente.

Muchas personas piensan que son insignificantes. ¿Verdad? «Yo no soy nada…» ¡Ah! Pero aquí es donde vive el Ser Divino. Es aquí es donde vive la luz, donde vive la bondad, donde vive la compasión. ¿De qué estás hablando, «insignificante»?

La única razón por la que pretendes ser insignificante es para poder sacarte de encima tus responsabilidades.

¿Y que es Dios? ¿Presencia o ausencia? ¿Quién eres tú, presencia o ausencia? ¿Eres creencias? Porque si no te conoces a ti mismo no eres más que creencias: ausencia, no presencia. Cuando está la posibilidad de saber no te quedes en las creencias, vienes al conocimiento, y el conocimiento del ser es el conocimiento más hermoso que existe.

Sócrates dijo: “Conócete a ti mismo. Conócete a ti mismo.» Aristóteles dijo: “Conocer a los demás es sabiduría, conocer al ser es conocimiento «. Y entonces todo cambia. Ahora ya no vas con un balde y tratando de llenarlo de oscuridad y tirarlo por la ventana.

Cuando viene la tristeza, dices: «Momento, momento, momento”. ¡Upa! Cuando viene la tristeza, «Espera, espera, espera, espera… ¿dónde está la alegría?» Es como, “vamos a eliminar la tristeza”. No, trae la alegría.

Todos los días dale la bienvenida al Ser Divino en tu vida, que no solo está afuera sino también está adentro. Encuentra los tesoros adentro; vive esta vida.

Cuando todo está bien en tu vida sucede algo, y déjame decirte, llevo sesenta años hablando, algo sucede y tú sabes que está todo bien. ¿Sabes?, ¿sabes cómo sabes que todo está bien?

Cuando tu corazón está lleno de gratitud. Entonces sabes, entonces sabes. No «gratitud a quién», ni «gratitud por qué» No, no, no, no, nada de eso; solo cuando tienes el corazón lleno de gratitud sabes que todo está bien. Todo está bien. La vida es bendecida.