Confinamiento con Prem – Día 3

“Ahora estás contigo. Piensa. Comprende. Aclara. Este es un momento hermoso para hacerlo. Acepta, asimila, el valor de cada aliento. Acepta lo que significa ser, existir. ¡Dios mío, acepta la vida! ” — Prem Rawat

Confinamiento – Día 3

Hola a todos. Prem Rawat de nuevo.

Hoy quisiera hablarles sobre ser consciente, tener esa conciencia. Ayer había hablado de esto, de esos tres puntos: conócete a ti mismo, vive la vida con consciencia y siente gratitud. Y por supuesto hablaré más adelante de gratitud. Vivir esta vida con consciencia, saber que lo que se te ha dado es algo muy, muy valioso, precioso. No estoy hablando de tus problemas, estoy hablando de esta vida, de este aliento que tienes, que significa tanto.

Y mira a tu alrededor. A veces olvidamos lo que se nos ha dado. Pero esta vida es tan poderosa, tan buena, tan real… y no va a estar ahí para siempre. Es interesante que en estos días, ahora que estamos en confinamiento con este coronavirus, es muy interesante… porque miras a tu alrededor y el mundo siempre ha estado ahí. Tanto bullicio andando y andando… y de repente ya no va para ningún lado y a todos les están pidiendo que se vayan a casa, que se aíslen, que no contaminen a los demás. Buenos consejos, pero eso ¿qué significa para ti?

De repente estás en casa y tu casa es lo que es. Tienes familia, quizás no hay demasiadas personas. Pero de repente te encuentras en esta situación, ¿qué haces? Pregunta interesante, ¿qué haces? Porque ahora más que nunca, que estás en casa y en confinamiento (entre comillas) tienes que ser más consciente de lo que está sucediendo, no menos.

¿Qué está pasando aquí? ¿Qué se está gestando, qué se está cociendo, qué se está elaborando? ¿Te estás aburriendo?

No tendrías razón para aburrirte. Conócete a ti mismo y comprenderás que esto no se trata de aburrimiento. No es eso, se trata de realmente abrir los ojos y ver las cosas como son. Y para mí eso es todo lo que se requiere. Vivir la vida con consciencia no es como escalar una montaña como dice la gente, o ir al fondo del mar o lo que sea. Es muy sencillo, es abrir los ojos y darte cuenta de que lo que te han dado es increíblemente valioso, lo que te han dado es increíblemente hermoso.

¿Conoces el valor de este aliento? Quizás tienes que darte cuenta de una cosa: estás haciendo historia. Este es un momento histórico.

Henos aquí, en el 2020, en la vanguardia de la tecnología. Tenemos teléfonos, tenemos aviones y tenemos trenes veloces, trenes bala, los cruceros… ¡Dios mío!, vivimos en una tecnología increíble.

Cuando salió el Titanic era una maravilla increíble por el tamaño tan enorme que tenía. Bueno, los nuevos cruceros son muchísimo más grandes que el Titanic.

Y sin embargo aquí estamos. Y este pequeño virus que ni siquiera es un ser vivo tiene atrapado al mundo entero. Tiene al mundo entero en temor, tiene al mundo entero en confinamiento. Y no puedes hacer nada al respecto.

Y los líderes… alguno de estos líderes no lo son en realidad. Ustedes perdonarán, pero es que es así. Se puede ver lo que están haciendo. Todo es como pura reacción instintiva. Y otros líderes son muy buenos y están tomando medidas de precaución, realmente están guiando a la gente. Pero de otra forma: «Bueno, ustedes por su cuenta. Lo siento, no tenemos consejos. Solo vayan a casa y que sea lo que sea».

Y por supuesto, la gente tiene expectativas de que en estos tiempos venga alguien a decirles: «Es esto lo que tienes que hacer». Eso es liderazgo. Ayudar a la gente, conducir a la gente hacia un buen objetivo.

Pero… ¿y qué pasa contigo, con tu liderazgo? Porque tú también eres líder. Nadie más lidera tu vida, la lideras tú. Así que liderar tu vida, manejar tu vida, ¿cómo lo vas hacer? ¿Vas a llevarte hasta el aburrimiento? ¿Vas a llevarte hasta el temor, el miedo? ¿Vas a permitir que venga a asustarte toda la desinformación? Tú eres el líder. Tú eres el portero de tus puertas. Tus puertas de la cordura, tus puertas del entendimiento, tus puertas de la claridad.

Así que es aquí donde realmente tenemos que comprender lo importante que es vivir tu vida con consciencia. ¡Con los ojos abiertos! Mira alrededor, valora lo que puedas valorar. Lo que no te gusta, lo que no quieras… asegúrate de que eso no entre. Porque el portero eres tú. Y eso lo tienes que entender.

El valor en estos momentos, cuando tienes ese momento tranquilo… porque hay una parte tuya que no quiere otra cosa que no sea alegría, ser feliz, estar contento. Que no quiere otra cosa, si me lo permites, que estar en pura dicha. Eso está bien, eso es bueno.

Y luego hay otra parte tuya que quiere destrozarte, quiere debilitarte. Quiere robarte la serenidad, quiere robarte la claridad, quiere robarte tu entendimiento.

Bueno, uno de los dos va a ganar. Y he aquí la parte grande, importante. ¿Quién ganará? Ganará el que tú permitas que gane, el que tú alimentes.

Les quiero volver a contar esa historia, donde este niño en el campamento se acerca al cacique y le dice: «Jefe, tengo una pregunta» Y el cacique le dice: “¿Qué?”

«Veo que en las personas… en la misma persona, está lo bueno y está lo malo. ¿Cómo puede ser?” Y el cacique le dice: «Muy sencillo, dentro de cada uno de nosotros hay un lobo bueno y un lobo malo. Y ellos están peleando».

El niño lo piensa por un momento y dice: “Entonces, ¿cuál gana? ¿Cuál lobo ganará?” El cacique lo mira y le dice: «El que tú alimentes. Ese se va a fortalecer. Ese es el que va a ganar».

Algunos de ustedes ya oyeron esta historia. Es igual. ¿Quién ganará? El que tú alimentes.

¿Estás alimentando al lobo malo o al lobo bueno? ¿Qué significa si gana el lobo malo? Bueno, vas a haber perdido el tiempo, una oportunidad increíble. Hablé de esto ayer.

No es lo que te lanzaron, lo que te ponen por delante, es cómo reaccionas. Así que, ésta podría ser una oportunidad maravillosa para tranquilizarte, para comprender el valor de cómo deberían ser las cosas.

No todas las cosas en las que te encuentras, todo el ruido, la locura, no. Así debe ser: “Esto es bueno. Necesito enfocarme en mí mismo. En mi corazón, en lo bueno que tengo en mí. Necesito enfocarme en todo aquello que tiene de hermoso esta vida. Necesito enfocarme en la consciencia que tengo.”

Necesito enfocarme en la belleza que poseo, en la luz que llevo dentro de mí. Necesito enfocarme y llevar mi atención ahí, hacia la belleza que habita dentro de mí. Si puedo hacerlo, gana el lobo bueno. Tan sencillo como eso. Ahí gana el lobo bueno.

¿De otra manera? Destrozado, asustado: «Oh, Dios mío, esto es así, esto es así». Hay una enorme diferencia entre estar preocupado y estar asustado.

«Preocupado» quiere decir que tomas las medidas correctas. «Asustado» significa que vas a esconderte, que cierras los ojos, «ay, ay, ay, estoy asustado, tengo miedo».

Depende de ti cómo quieres que sea.

Vivir esta vida con consciencia es más importante ahora que nunca, porque ahora estás contigo mismo, no con los demás. Menos distraído. Antes era esta distracción y aquella… “sucede esto, aquello está mal”.

Ahora estás contigo mismo. Piensa, entiende, aclara, es un momento hermoso para hacerlo. Acéptalo. Asimila la vida. Dios mío, acepta la vida. Acepta el valor de cada aliento. Acepta lo que significa ser, existir. Acepta lo que significa.

Sabes… es como una nube. Una nube hermosa. Pero mira: se mueve, está cambiando. Nunca es igual. Y aprecia eso.

Tu vida, en un sentido, es una nube. Pasaste por un muro, vas a chocar contra el otro ¡y desaparecerás! Piensas que a veces va todo tan lento porque entre estos dos muros el tiempo es relativo.

Cuando estás aburrido es como que se mueve tan lento, y cuando te estás divirtiendo se mueve tan rápido. Bueno, nunca debería ser ni demasiado rápido ni demasiado lento, debería ser lo que es. Y eso es apreciación.

No manipulación. No manipulación de la vida, no manipulación de la belleza: «déjame manipular la belleza para que encaje en mis ideas». Pero aceptación, verlo, entenderlo. De eso se trata la vida.

Y qué momento hermoso de ir hacia dentro y realmente sentir esa alegría, la belleza, el corazón que sigue burbujeando en medio de todo esto que está sucediendo.

Hay una lámpara en medio de esta oscuridad, una lámpara encendida dentro de tu corazón. ¡Mírala, ve esa iluminación! Ilumina tu mundo y disfruta de lo que hay.

Así que, de esto quería hablar hoy: vive tu vida con consciencia, aprovecha al máximo este tiempo.

Si tienes alguna pregunta que quisieras hacerme, por favor envíalas a premrawat.com y me llegarán.

Así que gracias, manténganse saludables y bien.