Día 25 – Confinamiento con Prem Rawat

“Tengo el poder de esa luz que brilla en mi corazón, que brilla, y ahuyenta la oscuridad de todo lo que me afecta de una  manera negativa.”.  – Prem Rawat

Si tienes preguntas que quieres que Prem atienda, por favor envíalas a PremRawat.com (www.premrawat.com/es/participa/contacto)

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Confinamiento – Día 25

Hola a todos. Espero que estén todos bien, sintiéndose bien. De alguna manera tolerando todo este asunto del coronavirus. Que sean momentos buenos o malos depende completamente de ti. No tiene nada que ver con el coronavirus. Para el resto de la naturaleza ha sido toda una bendición que todos estén encerrados en sus casas. Y la naturaleza lo está aprovechando al máximo. Es como estar de vacaciones.

Anoche estaba pensando y se me cruzó una palabra por las ideas y pensamientos. Una palabra que no he usado mucho: pureza. Si ves la definición de pureza, es algo que no tiene contaminación. Por supuesto la definición sigue y sigue, pero es algo que no tiene contaminación, que está libre de cualquier otra cosa a excepción de lo que es. Y pensé: “Qué interesante, algo que está sin contaminación, que es lo que es en su forma más pura”.

Cuando empiezas a pensar en eso te vienen muchas cosas a la mente, como: “¡Caramba!, la vida, ¿es pura? La forma como experimento mi existencia cada día ¿es pura? ¿O está contaminada con las ideas y los conceptos de los demás? Una persona de Bombay me mandó una pregunta, la encontré ahora. He recibido muchas preguntas, me estoy preparando para contestarlas una por una. Generalmente las reservo para el fin de semana.

Su pregunta era: “¿Por qué será que la gente cree en el sistema de castas?” En el mundo se ejerce mucho apartheid (segregación racial), de una forma u otra. Como ahora, cuando la gente se enteró de que el coronavirus vino de China –bueno, vino de donde vino, me parece que a China no le hace falta esa etiqueta– Pero muchos americanos de ascendencia china, que probablemente nacieron aquí, que viven aquí, comenzaron a comprar armas de fuego. Se sintieron amenazados porque hay personas ahí afuera diciendo cosas como: “Ah, ustedes son los responsables de todo esto.” Locura total, por supuesto. Pero segregamos, vemos las diferencias, no las semejanzas: “Esa persona es de China, aquella de África, la otra de India, esta de otro lugar y así sucesivamente.” Y la pregunta era: “¿De dónde viene esto?”

Yo estaba en la sala con mi personal y hablábamos. Lancé la pregunta: “¿Cómo contestarías eso?” Nadie respondió y les dije: “Mira. Es muy sencillo. Es un comportamiento aprendido. No nacimos así, lo aprendimos.” Puedes poner a dos bebés de dos años en un cuarto y no van a decir: “¿Cuál es tu casta? ¿De qué país vienes? ¿Cuál es tu origen? ¿Eres chino, africano, americano, australiano?” Ellos simplemente van a jugar. Para ellos eres un ser humano. “Eres muy parecido a lo que soy yo.”

Así que aprendemos esto. Entonces, cuando nos vienen estas cosas a la cabeza, en ese momento, ¿nuestro pensamiento es puro? La respuesta es NO, se ha contaminado. Contaminación es contaminación. Sea positiva o negativa, es contaminación. Ya no es el pensamiento puro. El entendimiento puro de ser un ser humano. No es la pureza de cómo puedes ver tu existencia. Entran todos estos filtros: “Esto es importante, aquello es importante. Tengo que hacer esto, tengo que hacer aquello. Tengo esta relación con esta persona y esa relación con aquella persona.” Esta persona y la otra están ahí y se contaminan. Puedes decir contaminación positiva o negativa. Pero no importa. Es contaminación. Ya no es lo que representa la palabra pureza.

Pureza ¿de qué? Pureza de la vida, pureza de la existencia, de pensamiento, de sentimiento, de entendimiento, de expresión, de disfrute, de plenitud, de claridad, pureza de ti como ser humano. Pero ¿qué significan todas estas cosas que sentimos? ¿Realmente experimentamos el sentimiento como debería sentirse? Te daré un ejemplo: el sentimiento de estar vivo. Cuando sucede una tragedia decimos: “¡Dios mío! ¡Estoy tan contento de que no me haya sucedido a mí!” O nos hace ver nuestra condición y decimos: “¡Dios mío! ¡Soy tan frágil! Esto y aquello.” Y a los diez minutos se nos olvida. Lo olvidamos porque nos encontramos con algo más importante: “Hay que hacer esto, hay que hacer aquello.” Así que ese sentimiento de estar vivo, ¿seguimos sintiéndolo constantemente o se contamina?

En nuestra vida, ¿cuántas cosas se contaminan? Cuando se trata del conocimiento del ser, se contamina con las ideas de los demás. En realidad, incluso el entendimiento de la palabra pureza por sí sola, sin profundizar demasiado, simplemente por el valor que tiene, simplemente entender la pureza. Puramente. Sin tratar de darle significado ni de darle un giro, sin tratar de darle todas estas cosas. Si no, ¿de qué se trata tu existencia? El hecho de que estés vivo, de que puedas sentir, que puedas sentir la realidad. De una manera muy pura: la pureza. Tu conexión con tu creador. Pura. Y es aquí donde el asunto se pone muy, muy complicado, porque para que tengas esa conexión pura con tu creador tienes que tener un entendimiento muy puro de tu creador. Para saber cuál es ese sentimiento puro, tienes que saber qué es lo que estás sintiendo.

¿Cómo es el amor puro, el amor que no existe por alguna razón? No que ocurra durante alguna temporada o que se deba a alguna circunstancia, sino algo que sea puramente amor y que puedes sentir sin inhibición. Sin que tenga condiciones ni circunstancias: “Te amo porque…” Es muy gracioso, porque cuando los niños aman, aman. No pueden tener resentimiento mucho tiempo. Se les olvida muy pronto y siguen adelante. Por supuesto, cuando se van haciendo mayores lo llevan mucho más lejos. Pero cuando son muy pequeños y te quieren castigar como padres, te quieren decir algo feo, desagradable, por supuesto no conocen todas las malas palabras (no sé hoy en día, pero en general no saben las malas palabras); así que una de las cosas que te dicen es: “Ya no te quiero.” Y es tan adorable, porque es el peor castigo que ese niño puede darte: te ha retirado el amor ¿Cuál será la definición que ellos tienen del amor? Que es algo incondicional, porque aún después de haberte dicho “ya no te quiero”, a los diez minutos está todo bien.

Recuerdo el día que mi nieto me dijo: “Este es el peor cumpleaños que he tenido en toda mi vida.” No tenía tantos años, así que no tenía una lista larga de cumpleaños que había vivido. No era como un veterano de guerra. Y, más tarde, recibió los buenos regalos, los que él quería. Se cumplieron sus expectativas y todo bien, ahora ya era el mejor cumpleaños que él había tenido.

Andamos por este mundo y en cada interacción que tenemos, realmente lo que queremos es que se cumplan nuestras expectativas. Si el ser amado cumple nuestras expectativas: “¡Oh, eres maravilloso! Te amo.” Pero si la persona no cumple tus expectativas o hace algo estúpido o raro empiezas a cuestionar el amor. Esto es algo extraño, no es amor puro ¿Puede haber amor puro en las relaciones? No lo sé. No lo sé ¿Debería haber amor puro en las relaciones? No lo sé. Eso lo decides tú. Mi labor aquí es solo señalar la pureza del amor. Que debe haber una forma de amor que es absolutamente puro. Y mejor que lo uses también para ti, y para cualquier otra cosa que quieras usarlo. Pero mejor que lo uses también para ti. Que tengas tú ese amor para ti. Ese amor incondicional. Porque vas a necesitar ese amor.

La gente empieza a odiarse a sí misma. Ya no saben cuál es el propósito de su vida. Cuestionan todo de una manera muy rara. Y sin embargo puedes tener esa pureza del amor por el ser. La pureza de entender quién eres. La pureza del conocimiento del ser para ti. No contaminado por alguien, no importa quién fuera, ni el título que tuviera. Contaminación es contaminación y puro es puro. Así que tener un entendimiento de tu vida, de tus circunstancias, del momento en el que estás. Y entenderlo de una manera muy pura, no de que está sucediendo esto y aquello y todo esto que sucede. Porque créeme, cuando esas cosas comienzan a golpearte, las posibilidades, especialmente las posibilidades negativas, cuando empiezan a golpearte te pueden devorar. Y eso no tiene curación. No hay ninguna píldora para eso. Eso simplemente empeora, empeora y empeora.

Y esto tiene un efecto físico. Así que está el pensamiento que se ha contaminado con las circunstancias. Pero ¿cómo es el pensamiento puro? Verdaderamente, ¿cómo es esa pureza? Siento que solo el corazón puede verificar la pureza. Y no por definiciones de que esto es puro. Pero la prueba de fuego sería que el corazón diga: “Sí. Entiendo la pureza”. Y mira, si en el mundo las cosas están contaminadas, pues lo están. Pero tú sigues adelante.

Muchas personas van a restaurantes. Yo voy a veces a algún restaurante y siempre me pregunto si la comida será pura. Tú no sabes si eso que pediste, si ese pastel de zanahoria se cayó al suelo y el cocinero lo recogió y te lo puso en el plato. Eso tú no lo sabes. Pero te sientas ahí y te lo comes.

Pero el corazón, la pureza de las cosas que a mí me importan, que tienen un significado en mi vida… Que entre más fuerte y más puro sea mi entendimiento, mi sentir, mi amor, mi claridad. Que, sin excepción, si tengo la pureza de esto, estoy entonces sobre un terreno poderoso. Y tengo el poder de la pureza, tengo el poder de esa luz que brilla en mi corazón. Que brilla y ahuyenta la oscuridad de todo lo que me afecta de una manera negativa. Que esa pureza es real. Esa pureza es buena. Y la siento. Así tiene que ser. Que la sienta. Si no siento esa pureza, entonces no tengo nada. Ahora tengo que inventar definiciones de pureza en mi cabeza. Tengo que andar preguntando a las personas: “¿Esto es puro?, ¿esto es puro?” Y espero que alguien me diga: “Sí. Eso es puro.” Y entonces, tengo que creerles. No tengo otra opción.

Les tengo que creer, Dios mío. Porque si no les creo se acabó todo. Se hundió mi barco. Es entonces que tienes que saber cómo volverte hacia tu propio corazón. No a otra persona. Tu propio corazón. Porque en tu corazón es donde reside lo divino. Y por definición, es donde reside la pureza. La pureza está ahí. La pureza está en ti. Poder ver y entender lo que es eso. Poder limpiar todos los contaminantes. Tener algo que es puro.

En la India tienen estas bandejas. Ahí ponen el trigo o el arroz que están limpiando, y hacen este movimiento. Yo lo he hecho, no es un movimiento solo hacia arriba sino también un poco hacia afuera: y las piedritas tienen mayor gravedad, mayor densidad, así que van más lejos cuando haces esto. Así las eliminan. Y lo bueno es que el arroz, que es más liviano, queda ahí. Lo pueden hacer muy rápido. Cuando vas a ver, el arroz ha quedado limpio. Por supuesto, cuando el cocinero va a cocinar el arroz también tiene que ver si hay piedras ahí. Lo pone en un plato o en lo que vaya a cocinar y lo revisa muy rápidamente. Es fácil ver si hay algo oscuro porque el arroz es blanco, y si hay algo oscuro lo saca.

Nos gusta la pureza. No nos gusta el agua impura, nos gusta el agua pura. Nos gusta la comida pura. Nos gusta esa etiqueta: aceite de oliva puro, aceite de coco puro.

Pero piensen en esto. Piensen en la pureza y cómo se relaciona con tu existencia, con tu vida. Así que mantente bien, mantente seguro, sé. Nos veremos mañana.