Confinamiento con Prem – Día 21

“Esta es tu oportunidad de transformarte desde un lugar muy profundo adentro, de transformarte–para siempre.” –Prem Rawat

Si tienes preguntas que quieres que Prem atienda, por favor envíalas a PremRawat.com (www.premrawat.com/es/participa/contacto)

Audio

Prem Rawat:

Hola a todos. Espero que estén todos bien.

Entonces, anoche de nuevo pensaba yo en el entrenamiento y el Programa de Educación para la Paz y me encontré con algo en la cabeza. Lo que encontré fue una pregunta, que resultaron ser dos preguntas. La pregunta es: «Tú, como ser humano, ¿estás cómodo contigo mismo?» Es una pregunta bastante importante, me parece.

Porque si no estamos cómodos con quienes somos… de nuevo: es algo percibido. Es un asunto de percepción. En realidad lo que tú eres es totalmente distinto. Eso es algo que hay que entender, descubrir, comprender.

Pero en tu percepción de ti mismo, ¿estás cómodo siendo tú? Porque si estás cómodo siendo tú, entonces todo este asunto del confinamiento no es problema, estás cómodo siendo tú.

Pero si no estás cómodo contigo mismo entonces esto definitivamente se convierte en un problema muy válido, porque ahora no sabes quién eres. Y como no sabes quién eres estás con un desconocido. Literalmente con un desconocido.

Y hay personas en este mundo que pasan una vida entera viviendo con un desconocido, con una persona que no conocen. Y están ahí, están ahí todos los días y lo único que hay son expectativas, expectativas, expectativas.

Esperas mucho de ese desconocido. Lo que realmente esperas de ese desconocido es lo que las personas han esperado de ti. El mundo te ha puesto encima un montón de expectativas y tú se las pasas a este desconocido con el que vives.

¿Entonces qué significa eso? Significa muy sencillamente: «Si llegaras a entender quién eres, si entendieras quién eres, no serías un desconocido para el ser». Y si no eres un desconocido para el ser, entonces fácilmente puedes decir: “Sí, es esto lo que quiero en mi vida. Así quiero ser en mi vida. Esto es lo que es cómodo para mí y esto es lo que no es cómodo para mí».

Porque en cualquier etapa del juego… cuando ibas a la escuela comenzaste con el jardín de infantes. Pasaste al primer año. ¿Cuándo pasaste al segundo año? Después de terminar el primer año.

Ahora: puede parecer inútil pasar al segundo año, porque cuando terminas el primer año te sientes muy cómodo con el primer año. Pero tienes que parar, y ahora estás listo para dar el paso siguiente.

Es como subir por una escalera. Subes el primer peldaño pones ahí los pies; una vez que estás allí entonces pones el pie en el segundo peldaño, en el tercero, el cuarto, y así vas subiendo.

Así que, antes de empezar a ponerte expectativas encima (sean tuyas o las creadas por este mundo), tienes que tener muy, muy claro que: “Sí, estoy cómodo en este nivel. Entonces podré pasar al segundo nivel».

¿El segundo nivel? Un poco más de entendimiento de mí mismo. Tercer nivel, un poco más de entendimiento de mí mismo. Es un descubrir, un proceso de descubrimiento durante el resto de tu vida.

Porque no eres estático. Estás en evolución y cambio constantes. Quieres estar inmóvil, no quieres cambiar. Y eso lo dijo Sócrates, que si consigues todo (estoy parafraseando), si consigues todo lo que quieres no vas a ser feliz. Si no consigues lo que quieres, no vas a ser feliz.

E incluso si obtienes lo que quieres no vas a ser feliz, porque va a cambiar. Y el cambio es un hecho en la vida. Eso no te gusta. Quieres estar inmóvil, quieres que todo pare. Y lo puedes ver así, lo puedes ver estando inmóvil. Quieres apreciar desde ese punto de estar inmóvil.

Entonces he aquí todo el asunto de la realidad. ¿Cómo es la realidad? Recuerdo una pregunta que alguien me hizo, fue en Portugal. Me dijeron: «Si yo llegara a saber quién soy…» (porque de eso hablaba yo en el momento), «si yo llegara a saber quién soy y no me gusta, ¿qué voy a hacer entonces?”

Así que yo contesté, di alguna respuesta. Regresé a mi hotel y empecé a pensar: “guau, yo no había jamás contemplado la posibilidad de que una persona se conociera a sí misma…»

Y no está en ningún lugar. Si lees a Kabir o lo que tantos otros han dicho, ninguno dice: «Oye, cuidado con conocerte a ti mismo porque si llegaras a conocerte a ti mismo y no te gusta lo que ves…”

Es fascinante, es asombroso. Es como… un momento: “Esa posibilidad puede existir en la mente, en la cabeza de esta persona. Pero esa posibilidad nunca ha surgido”. Porque es una conclusión inevitable que cuando te conozcas a ti mismo te va a gustar lo que ves.

Y eso es fascinante. Es fascinante entender que lo que hay ahí, lo que eres en realidad, es hermoso, es excepcional.

Ahora, es como que tienes una pared y hay un portón enorme. Y la persona te dice: «sígueme». La persona pasa por el portón, está mirando algo que es absolutamente espectacular y te dice: “No temas, ven, ¡entra!»

Pero no te están diciendo lo que ven. Lo único que te dicen es: «Ven, entra, está bien.» Y te están animando a que entres, pero no te están animando diciéndote: “Veo esto, veo aquello”, y yo me pregunto por qué será así.

De hecho, en uno de los pareados con que me encontré dice: «Cuando hablas de esta experiencia, cuando hablas de ese sentimiento de conocerte a ti mismo, es un poco como un mudo que no puede hablar y está comiendo un caramelo. Lo puede saborear y con toda seguridad lo está disfrutando. Pero no te puede decir cuánto lo disfruta ni cómo es el sabor. Lo único que te puede decir es humm, ¡qué bueno, qué maravilloso!”

Y a esto se reduce. Que la realidad, por naturaleza, es hermosa. Esta existencia, por naturaleza, es hermosa. Presten atención: esta existencia por naturaleza es hermosa. Esta realidad, por naturaleza, es hermosa. Tu vida, por naturaleza, es hermosa. Tu corazón, por naturaleza, es muy hermoso.

Así que entonces ¿por qué andan merodeando a tu alrededor todos estos otros problemas? Ah, ah… ahí está el asunto. Esa primera pregunta que hice era: «¿Estás cómodo contigo mismo?» Porque si no, quizás llevas sobre los hombros la enorme carga de las expectativas de los demás.

Pero es momento de entender quién eres tú, no todo lo demás. Tu vida entera la has pasado hasta este momento entendiendo todo lo que te rodea, todo lo que sucede. Esto es lo que aprendemos y aprendemos y aprendemos.

Y no digo que eso esté mal. No se trata de bien o mal. Hay muchas cosas que aprendemos en este mundo que por naturaleza son malas. Pero la realidad, por naturaleza, es buena. Tú, tú, como ser humano, por naturaleza eres bueno.

Entonces está este comportamiento increíblemente aprendido, un comportamiento aprendido increíblemente pesado que tienen los demás, que tienes tú, que causa toda la fricción en este mundo. No la realidad, no la dulce realidad de quién eres: que esa respiración entra en ti, que estás vivo, que existes.

Existes por un tiempo muy finito, pero existes. Y ahí floreces, floreces. Ahí, en eso, encuentras eso a lo que no le prestaste atención.

“¿Por qué estará escondida esta realidad? ¿Por qué estará escondida esta belleza?» Perdona, no está escondida. No cabe en la imaginación que esta belleza esté escondida, que esté escondida esta alegría, que esté escondida esta claridad, que esté escondida esta paz. Simplemente tú nunca le prestaste atención. Nunca pensaste que estaba ahí. Nadie te dijo que ahí está. Nadie te dijo: «Por aquí… aquí dentro yace lo más asombroso que eres tú».

Así que, ¿será tan sencillo, tan fácil que lo único que tenemos que hacer es prestarle atención y comenzará a manifestarse y lo comenzaremos a ver? La idea es exactamente esa: «hazte a un lado».

Muchas personas me dicen: «Estoy buscando la paz». Es como… «buena suerte, así no la vas a encontrar». ¿Por qué no? ¿Por qué no debo estar buscando la paz? Porque ya la tienes. Por eso no deberías buscarla, tendrías que estarla disfrutando, tendrías que estar prestándole atención. Ya la tienes, ahí está.

Es como la persona que dice: “Mis lentes, ¿dónde están mis lentes?”, y se los puso aquí arriba. “¿Dónde están mis lentes? ¿Dónde están mis lentes?” Tus ojos no los pueden ver porque tienes los lentes encima de la cabeza.

Y la persona que te está viendo con los lentes encima de la cabeza, está como, «kkh, kkh, kkh, bueno encima de tu cabeza están tus lentes ¿Por qué los andas buscando cuando ahí están?” Y es igual, esa belleza está dentro de ti.

Y ahora, la segunda pregunta que te voy a hacer… Espero que la primera pregunta se haya aclarado de alguna manera. Pero la segunda pregunta es: así que estamos en medio de este confinamiento. No es una linda situación. Pero no es la situación sino cómo reaccionamos ante ella, ¿verdad?

Así que he aquí mi pregunta: “Dentro de poco tiempo, relativamente hablando, esto habrá pasado. ¿Qué vas a haber aprendido?”

Cuando comencé se trataba de «reiniciar». Y ¿qué fue lo que reiniciaste? Cuando salgas de esto, ¿vas a ser el mismo, vas a ser igual? ¿Estás esperando cada día que esto termine? ¿Cada día estás asustado con este asunto, cuando te he dicho que el miedo no le sirve a nadie, que eso nunca le ha servido a nadie?

Tienes que hacer algo. Y eso requiere una valentía excepcional. Sería inútil decir eso si no la tuvieras. Tienes esa valentía. Puedes dar ese paso en tu vida, puedes seguir adelante, aceptar el desafío y decir: “Muy bien. Esto no va a ser una pérdida de tiempo. Porque, Dios mío, si esto es perder el tiempo, esto es perder el tiempo multiplicado, multiplicado muchas veces». Parece rarísimo, pero esto es perder el tiempo multiplicado muchas, muchas veces».

Pero no puede ser, no puede ser. Nosotros como raza humana, humanidad, seres humanos sobre la faz de la Tierra, estamos haciendo historia. Nos tocó enfrentar algo para lo que no estábamos preparados y en cuestión de muy poco tiempo ha puesto de rodillas al mundo entero.

Algo que ni siquiera se ve a simple vista, se necesita un microscopio o algo así… Y henos aquí. Aquí estamos ¿y qué estamos haciendo?

Los gobiernos están hablando de extender el confinamiento, de hacer esto y aquello. Algunos países ya lo habrán pasado, algunas islas ya lo habrán pasado y lo van a liberar diciendo: «Está todo bien, está claro, pero no vengas acá». El mundo no va a ser el mismo por tiempo largo.

He aquí tu oportunidad. ¿Qué ves tú? ¿Qué diferencia vas a marcar en tu vida en este período de tiempo? ¿Cómo va a ser mejor para ti cuando salgas de todo esto? (Idealmente, digamos que todo está perfecto, encontrarán una vacuna, te vacunas y de ahí en adelante tienes resistencia, puedes seguir adelante y todo está bien, todo está bien.) ¿Vas a ser el mismo?

Porque si vamos a ser iguales, si no va a haber ningún cambio en los seres humanos que viven sobre la faz de esta Tierra, que comparten esta Tierra con todos… Esto es obvio: compartimos este mundo con todos. Marcamos una diferencia. Todos importamos.

Hay personas que están realmente en confinamiento y no están saliendo a contaminar personas. Sí. Estás desempeñando tu papel, ya no eres uno solo.

Cuando te quedas confinado impides que esa contaminación pase a cuatro o cinco personas directamente de ti, y luego cuatro o cinco personas por cada una de ellas a las que has infectado, y así sucesivamente. No eres uno solo.

Así que piensa cuán poderoso es esto. Lo que nos ha tocado vivir, lo que estamos pasando. Qué poderoso es esto y que podemos marcar una diferencia.

Y cada persona que está marcando esa diferencia… los que están en la vanguardia, en los hospitales, el personal de enfermería que está marcando una diferencia, los médicos que están marcando una diferencia, las personas que están marcando una diferencia.

Si podemos marcar una diferencia tan grande, imagínate cuando yo digo… y las personas siempre se ríen de mí, seguro que hoy en día todavía se ríen de mí cuando digo «la paz es posible». Hacen como «sí, sí, sí…»

Pero he aquí hay un ejemplo. La paz es posible. Somos más poderosos de lo que nos damos cuenta. Y juntos, unidos, podemos hacer cosas asombrosas.

Pero he dicho siempre que es cada individuo, la fortaleza de cada individuo lo que finalmente va a marcar la diferencia. Que no es cuestión de un gran foco, sino son todos los focos pequeños los que marcan la diferencia. Montón de lamparitas encendidas las que marcan la diferencia. Ustedes están viendo ese entendimiento de las lamparitas encendidas en acción.

En uno o dos días voy a tener el informe de TPRF. Lo que ellos están haciendo, lo que RVK está haciendo en India y lo que está haciendo una de las Fundaciones Premsagar. Las personas que están haciendo el esfuerzo. Es un informe fascinante sobre lo que está sucediendo en este momento de coronavirus. Tendré ese informe para ustedes dentro de poco.

Así que esta es tu oportunidad de transformarte desde un lugar muy profundo dentro de ti. Es por eso que he dicho: «¿Estás cómodo contigo mismo?” Desde un lugar muy profundo dentro de ti, transformarte para siempre. No solo por este período de tiempo sino para siempre. Y si puedes transformarte para siempre, puedes transformar el mundo a tu alrededor.

Preguntas fascinantes, piénselas. Muchas gracias.