El entorno del corazón

Prem Rawat:

Tienes esta hermosa oportunidad. Y, para aprovecharla, comienza por quitarte ese peso que llevas sobre tus hombros. Sencillamente quitátelo. Y aprecia lo ligero que eso te hace sentir.

Disfruta de ser un ser humano. Disfrútalo. No te mires a ti mismo para evaluar tus faltas. Mírate para descubrir tus oportunidades. Junto con la vida, se te han dado oportunidades. ¡¿Quieres ir a dar un paseo?! Pues, pasea por la avenida del corazón. Y allí verás alineadas todas las oportunidades que existen para ti.

No se trata de evitar ese día, el día que te tienes que ir. No puedes hacer eso. Tiene que ser que cada día que estés vivo, disfrutes de ser un ser humano. Y ese día, estar vivo un minuto se volverá valioso. Ese día,

Tu corazón bailará; tu pecho se hinchará. Lucirás una sonrisa como nunca la has tenido. Esta respiración entra en mí y sale de mí; mientras eso suceda, soy feliz. ¡Todo va bien! Si deja de funcionar, tengo problemas. ¡Y debería estar feliz cada vez que funciona!

¿Te das cuenta de lo felices que seríamos, si fuéramos felices cada vez que respiramos? Diríamos algo así: “Detente, espera, espera, tengo que ser feliz ya mismo; ¡acabo de respirar!” Si te para un policía y te dice: «¡Ha rebasado el límite de velocidad!» “Disculpe –dirías–, sólo un segundo. Necesito ser feliz en este mismo momento. ¡Acabo de respirar!”

Caramba, tu vida sería muy diferente en verdad. Increíblemente diferente. En lugar de prender incienso, y poner “Música Spa, Relajante” de Spotify… Bueno, ¿qué es eso, “Música Relajante”?

A mí me dan ganas de bailar cuando escucho música. «¿Relajarse?» Amigos, quítenme los problemas, y me relajaré. No tienes que poner música para eso. “Música para estar en paz.” ¿De verdad?

«El entorno.» ¿Y el entorno de este corazón, el tuyo? Acoger lo divino en tu existencia. Entender lo divino en tu existencia. Tienes mil millones de excusas. «Estoy muy ocupado. Tengo que trabajar. ¡Estoy mayor!» Sí, la misma boca, diferentes excusas. Estos oídos conocen esa voz. Estos oídos, (hablo de las mías). He escuchado todo tipo de excusas.

Pero solo vas a necesitar esas justificaciones, hasta que te enamores de tu condición de ser humano. Entonces, todo cobrará sentido; todo encajará. Se entenderá el valor de la respiración. La claridad brillará en tu vida como el sol. Y sabrás que eso es estar vivo.

La palabra “vida” tomará un significado diferente. Ya no será un cúmulo de dolor y pesar, ya no irás pasando de un malestar a otro malestar, a otro malestar, etcétera. La vida debería ser ir pasando de una alegría a otra alegría, a otra, a otra, y así sucesivamente.