Un viaje interior

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PremRawat.com publica periódicamente testimonios y reflexiones de personas de todo el mundo que experimentan los beneficios de practicar las técnicas del Conocimiento de uno mismo que enseña Prem Rawat: una forma sencilla de volver la atención desde el mundo exterior hacia un lugar de paz interior. La reflexión de este mes pertenece a Bill Milgrim, quien reside actualmente en Melville, Nueva York.

A principios de este año estaba jugando en un torneo de golf para recaudar fondos cuando fallé en un golpe de rutina. Me sentí avergonzado. Al fin y al cabo soy un profesional de golf clase «A» de la PGA (Asociación de Golfistas Profesionales), y acababa de realizar un tiro «F». Ni siquiera pude mirar a mis tres compañeros aficionados. ¿Qué diablos acababa de pasar?

“Tuvo que ser un despiste”, pensé.

Necesitaba recuperarme rápidamente para poder realizar mi siguiente tiro en sólo 60 segundos. Lo que ocurrió en el minuto siguiente fue totalmente estimulante para mí.

Pero antes de regresar al campo de golf necesito rebobinar mi historia aproximadamente un año.

Mi primer contacto con Prem Rawat tuvo lugar en la primavera de 2023. Un amigo me envió por email enlaces a seis videos cortos de Prem sobre “mirar hacia el interior” para descubrir paz, alegría y gratitud. Mientras veía los videos, notaba cómo hablaba de una manera simple y fácil de asimilar. Sus palabras y forma de transmitir fueron tan refrescantes como un vaso de agua helada en un día de calor sofocante.

En pocas palabras, Prem me invitaba a mirar hacia adentro en lugar de fijarme en otras personas para ver qué hacían y así poder encajar.

Durante los meses siguientes, mi esposa Jill y yo vimos muchos videos de charlas que Prem había dado en todo el mundo. Durante ese tiempo, supe que Prem seguía los pasos de su padre, quien había fallecido cuando Prem tenía solo ocho años.

Era imposible que no me fascinara un niño prodigio con capacidad de captar la atención de adultos, y el hecho de que en 2023 estableciera el récord mundial Guinness de mayor asistencia a una conferencia: 375.603 personas. Esta cifra no es un error tipográfico. En su evento récord habló al aire libre en su país natal, India, ante el equivalente a cinco estadios de fútbol llenos de seguidores.

Inspirados por lo que Prem decía, Jill y yo seguimos metódicamente su curso PEAK (Educación para la Paz y Conocimiento), en el que se refiere a descubrir la paz interior.

Inspirados por lo que Prem decía, Jill y yo seguimos metódicamente su curso PEAK (Educación para la Paz y Conocimiento), en el que se refiere a descubrir la paz interior.

Para mí, parte del atractivo de Prem es su forma de contar historias y su sentido del humor. Con frecuencia se va por la tangente, lo que puede ser tan entretenido como el tren Big Thunder Mountain en Disneylandia. A menudo lo encuentro muy divertido.

I am happy to say that Prem has become
part of my life journey as I discover my inner self
and live more authentically.

Volviendo al episodio del campo de golf, aun sintiendo mucha vergüenza por haber realizado un tiro tan malo, vi que necesitaba hacer un putt (golpe para introducir la bola en el hoyo) de unos 12 metros. Todo golfista sabe que cada golpe cuenta. He escuchado esto muchas veces, pero para mí siempre fueron solo palabras.

Después de escuchar a Prem durante un año y medio, me vinieron a la mente dos imágenes mientras buscaba en la bolsa de golf mi putter (palo para hacer el putt).

La primera imagen era de un reloj con el segundero dando vueltas ininterrumpidamente, siempre a la misma velocidad. La segunda, relacionada con la primera, era sobre mi respiración actual. Ninguna respiración queda estancada. Cada respiración ocurre en el momento presente y es totalmente fresca.

Por primera vez en mi vida, parado ante la bola, tras mi horrible tiro, dejé de lado mis pensamientos negativos, que pasaron a un segundo plano liberándome para afrontar el momento actual.

Hice algunos movimientos de práctica, permitiendo que mis brazos y manos se relajaran y colgaran libremente. Me dije a mí mismo: «sé un deportista». Hice cuidadosamente el putt, contactando limpiamente con la bola. Ésta rodó como si tuviera ojos y cayó al centro del hoyo.

Esta experiencia me pareció maravillosamente misteriosa. Sentí que estaba siendo recompensado por abrazar el momento de una manera totalmente nueva.

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