Prem Rawat:
Cada uno de ustedes tiene una cinta sonando en su cabeza. (En mi libro lo llamo “ruido”) Tú le has permitido grabar a esa grabadora. No digo que sea tu culpa, porque también está en tu naturaleza. Se te ha dado una cinta en blanco: “A grabar”. Y has grabado algunas cosas buenas… (pocas y muy de vez en cuando) Mayormente, lo que has logrado grabar, ha sido 100 por ciento puro ruido.
¿Y qué hacemos? Escuchamos ese ruido una y otra, y otra vez, tratando de encontrarle un sentido. Porque está en nuestra grabadora.
Y no puedes encontrarle el sentido, porque no lo tiene. Pero las personas escuchan ese ruido nuevamente, “Deberías hacer esto o aquello. Deberías ser más consciente de esto o más cuidadoso de aquello. Debes rendirle respeto a esa persona. O, ¿qué piensan estas personas de ti?” Esa es la peor: “¿qué piensan los demás de ti?”
Muchos de nosotros queremos ser como otras personas. Si tu esfuerzo está en ser como otra persona, entonces ¿cuándo vas a conocerte a ti mismo? ¿cómo puedes conocerte a ti mismos? ¿Cuándo vas a tener tiempo para conocerte a ti mismo?
¿Qué estamos tratando de resolver? Cuando la realidad es tan, pero tan sencilla: eres un ser humano y tus necesidades son muy, muy simples. Necesitas sentir paz en tu vida. La paz no es ausencia de guerra. Si quieres decir que la paz es ausencia de guerra, entonces, es la guerra que sucede dentro de ti. No es la guerra exterior.
El escenario idílico que nos hemos imaginado no es la realidad. Ese escenario dice que “nadie va a pelear, todos se van a llevar bien… le darás tu comida a otra persona,” (aunque no la quieran)
El escenario idílico que nos hemos imaginado, no es correcto. ¡Lo que necesitamos es volvernos hacia dentro! Como un espejo. Ver y sentir, mirar quién eres de verdad. Comprender tus necesidades sencillas.
Comprendes tus deseos, y en este momento es tan confuso, que no sabes la diferencia entre tus deseos y tus necesidades. Puedes vivir sin satisfacer tus deseos, pero no sin cubrir tus necesidades. Esa es la diferencia.
Has permitido entrar en ti los celos, miedo, ira… no bondad, ni amor, ni entendimiento. ¿y qué estás esperando? ¿Qué resultados esperas? Si vas a seguir invitando ladrones a tu casa prepárate para perder algunas cosas.
La ira, el miedo, los celos, son ladrones, ¡te roban! Así que, vas a perder algunas cosas. Eso es lo que hacen los ladrones, roban.
La comprensión, la alegría, la paz, son dadores. Te dejan regalos, te dan cosas. ¿Qué quieres? ¿Te sientes pobre? ¿Te sientes rico? ¿Qué quieres sentir?
Cuando las cosas no están bien, te sientes mal. Cuando todo está bien, te sientes dichoso, encuentras felicidad, obtienes paz, encuentras bondad, comprensión. Todas esas cosas.
