En la zona noroccidental del pequeño país de Benim, una de sus comunidades apuesta decidiamente por la paz. Rachidi Adam, con el apoyo de la Fundacion Prem Rawat (TPRF), ha ido dando grandes pasos en ese sentido mediante la organización no gubernamental «Paix et Education». Desde su creación, esta organización ha ofrecido el programa «Educación para la Paz», a más de 200 estudiantes de enseñanza media y a unos 500 presos de la cárcel de Natitingou.
También hay nuevos proyectos en la ciudad de Parakou, a unas cuatro horas, en la cual se ofrece en un centro de discapacitados, a unos 450 estudiantes universitarios y a 950 presos, este mismo programa para aprender el camino hacia la paz interior.
El innovador Progama de Educación para la Paz (PEP), muestra vídeos de las charlas de Prem Rawat, y en cada sesión se exploran distintos temas, como por ejemplo, la fuerza interior, la dignidad, la esperanza y la satisfacción. Prem facilita este programa a diferentes grupos de personas en todo el mundo, mediante la TPRF.
Recientemente, Rachidi presentó el programa a 60 líderes locales de Natitingou. La reunión, fue convocada para mejorar las iniciativas por la paz, reclutar a nuevos voluntarios y mostrar el programa a las autoridades locales, incluídos representantes de la alcaldía, y líderes de las comunidades musulmana y cristiana. La diversidad de participantes muestra la necesidad de avanzar en pro de la paz en la región.
Al día siguiente Rachidi y su equipo pudieron entrevistarse con el Rey de Natitingou, su Majestad Dassagaté. Cada región de Benim tiene un rey tradicional que ostenta la mayor autoridad y es altamente respetado. El rey respondió con mucho entusiasmo a la idea de promover la paz por los pueblos y aldeas y además apoyó una segunda reunión de dignatarios y jefes tradicionales para concientizarles aún sobre la importancia de organizar el PEP en los pueblos, donde los conflictos entre los campesinos y los pastores nómadas, a menudo resultan en discordias y violencia. Rachidi y los logros de su organización, junto con la fundación de Prem Rawat, muestran que en Benim, la tierra es fértil para sembrar la paz, como requisito previo para un desarrollo sostenible.